imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

Aquella primera procesión teresiana tardó sutiempo en subir al castillo, por lo que el cronista seentretiene mucho en describirnos cómo estabaadornado éste para la ocasión; era todo un aparatobarroco de ensalzamiento a la casa ducal y a lanueva beata que se adjudica como protectora. Tanlargo hace el relato, que concluye en forma lacónicala descripción del final y sin querer ya narrarla vuelta de todos a la iglesia de las monjas: “ycon esto después de implorar el socorro de laSanta con antífona, verso y oración, la procesión sedisolvió, volviéndose las cruces y pendones a laIglesia donde había salido” (23r).Nos interesa resaltar el hecho de que en estaprimera ocasión sólo se procesionó una imagen dela nueva beata, no le acompañaba –como se impondráno tardando mucho- la reliquia insigne delbrazo izquierdo. Sin embargo sí que se incorpora lareliquia del corazón a la procesión final de las fiestas,el domingo 12 de octubre del 1614, aunquecon un recorrido muy reducido, el de la plaza anterioral convento:“Dióse alegre remate a todas estas fiestas con solemnísimasvísperas, asistencia de toda la clerecía, ymucho número de Religiosos Descalzos que fueron de Salamanca,para que se celebrase el día octavo con mayorsolemnidad, trayendo en andas de plata a hombros de Religiososrevestidos /26v/ el corazón magnánimo de lasanta virgen (reliquia insigne y rara) por la plazeta y compásque hay ante la Iglesia, en bien ordenada procesión sepuso término y fin a toda la solemnidad, y con esto lepongo yo a esta relación, remitiendo al lector a las quemás por menudo habrán notado la grandeza de estos festivísimosdías” (fol.26r-v).La cuestión es que no tardando mucho, quizáspor razones evidentes de preservación y cuidadode las reliquias, se impondrá la costumbre de procesionarde ordinario en las fiestas de octubre,junto a la imagen de Santa Teresa, sólo la reliquiade su brazo izquierdo, aunque también tenemostestimonios de servirse del corazón en raras ocasiones,sobre todo en funciones de calamidades yrogativas públicas 18 .Pero el tema de la procesión teresiana de octubrerequiere por sí mismo un estudio histórico,sobre todo por lo que toca al asunto de la organización,las leyes de la precedencia representativa,las discusiones entre el clero regular y secular relativasa la misma, etc., largas discusiones queocuparon a los siglos posteriores.Lo importante es poder documentar uno de losactos que más consenso y emoción concita en lasfiestas teresianas de octubre, y que ya se habíaestablecido en la modalidad que conocemos todavíaen nuestros días, sobre todo para la procesiónsolemne del 15 de octubre por la tarde, día de lafiesta principal, aún presidida en nuestros díaspor el obispo diocesano que tampoco suele faltara la cita obligada de celebrar la Misa de pontificalen la mañana de esta jornada festiva.Consolidación de las fiestas teresianasen los siglos XVII y XVIII18 Tenemos el informe judicial de unas rogativas públicas (1750) en las que ha salido en procesión por la villa, junto aotros santos, las reliquias del corazón y brazo de Santa Teresa: Alba de Tormes, Archivo PP. Carmelitas, D-III-44.19 En el archivo municipal se conserva una provisión del Duque a la villa para que pudiese cobrar el arbitrio y que propusosería con destino a sufragar gastos de las fiestas de la canonización de santa Teresa (22.6.1622): I.E. 0029.17.20 Ya a comienzos del siglo XVII, en concreto en los procesos de beatificación de 1610, muchos testigos hablan de que seha puesto de moda (se entiende por particulares) el visitar el sepulcro teresiano de Alba de Tormes. O sea, que es un fenómenomuy antiguo, no muy posterior a la muerte de Santa Teresa.Santa Teresa fue canonizada muy pronto juntocon San Felipe Neri, San Ignacio de Loyola, SanFrancisco Javier y San Isidro Labrador (4.3.1622),lo que elevaría aún más la importancia de la villaen el concierto de los lugares teresianos privilegiados19 . Además desde el siglo XVII se va afirmandotodavía más el fenómeno religioso de laperegrinación al sepulcro teresiano, naturalmenteen casos más restringidos de lo que sería desdefinales del siglo XIX hasta hoy, esto es –claro estádebidoa la dificultad de las comunicaciones 20 . Apesar de ello, en los diarios o libros de viajes de expágina154