imagen - Ayuntamiento de Alba de Tormes

PRESENTACIÓN por MANUEL DIEGO SÁNCHEZDesde mi punto de vista Lamano ha sabido aprovecharal máximum y de forma muy seria y científica todoslos datos a su disposición para tejer esa especie de pañobordado donde se pueden apreciar las múltiples razonespor las que esta mujer estaba tan unida a nuestra villa,luego potenciadas con el dato final de la muerte y de lapermanencia de su sepulcro y reliquias entre nosotros.Pero la cosa venía muy de atrás; ésa es la lección bien documentadaque nos ofrece el autor de estas páginas.3. Más de uno se preguntará, y no le falta razón, ¿merecela pena publicar un libro sobre el que ha pasado yacasi un siglo y, por tanto, es de suponer que muchas desus posiciones deberían estar –hipotéticamente- más quesuperadas? ¿Es que el tema en cuestión no ha vuelto aestudiarse, y en mejores condiciones después de Lamano?La pregunta es muy razonable y voy a tratar de responder,reflejando también esa leve sensación de penaque te deja esta publicación, porque pone al descubiertola situación de los estudios teresianos en este capítuloespecífico de Alba.Pues sí, no se ha escrito nada después de Lamanosobre este tema concreto, para desgracia nuestra. Y estohay que lamentarlo profundamente, el que nadie se hayaatrevido de nuevo a hacerlo. Pero quizás también no se hahecho porque –salvadas las distancias y mejoras quetoda investigación puede recibir con el paso del tiempoestamonografía cumple bien los requisitos y ha logradouna magnífica exposición histórica, sin conceder palmoa la leyenda y tradiciones de casa (que tanto abundanentre nosotros para este argumento teresiano). Un servidor,en la introducción que hace, deja bien claro que ellibro es válido todavía hoy, que no requiere correcciones,sino más bien algunos complementos y puntos de vistanuevos que pueden enriquecer la posición de Lamano. Eslo que he tratado de aportar yo en esas páginas introductorias,aquellas perspectivas nuevas que se debentener en cuenta a la hora de leer y servirse de sus páginas.Sólo eso.Lo podemos, por tanto, considerar como un clásico dela historia albense en la espera de que algún día otro inpágina32