Seguridad del Paciente Charles Vincent y René Amalberti
oue4Db
oue4Db
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Seguridad</strong> <strong>del</strong> paciente<br />
(Jacobson et al. 2003). La flexibilidad, la diversidad y el enfoque personalizado<br />
para cada paciente que los facultativos de atención primaria consideran,<br />
con razón, como una virtud hacen que resulte muy difícil definir<br />
el error y los eventos adversos de una manera fundada y coherente.<br />
Error y daño en atención primaria<br />
Los estudios en hospitales han demostrado que los distintos métodos<br />
de recopilación de datos muestran diversos tipos de error y de daño, y<br />
que una combinación de métodos es necesaria para trazar el panorama<br />
de la seguridad (Hogan et al. 2008). Esto mismo es también cierto para<br />
la atención primaria (Sandars y Esmail 2003). Un estudio empleó cinco<br />
métodos diferentes para detectar eventos adversos: los eventos adversos<br />
comunicados por los médicos, los eventos adversos comunicados por los<br />
farmacéuticos, los eventos adversos experimentados por los pacientes, la<br />
valoración de una muestra de historias clínicas escogida al azar y la valoración<br />
de todos los pacientes fallecidos. Prácticamente no había coincidencia<br />
en los eventos adversos detectados con cada método. La investigación<br />
que mostró la mayor cifra de eventos adversos fue la de los pacientes,<br />
y la de los farmacéuticos fue la que ofreció una cifra más baja (Wetzels et<br />
al. 2008). Estas dificultades para la medición se deben, en parte, a la falta<br />
de sistemas perfeccionados de control de la seguridad en este contexto,<br />
pero también a las dificultades para definir el error y los eventos adversos.<br />
Los cinco errores médicos que los médicos de familia comunicaron<br />
con mayor frecuencia son: errores en los medicamentos recetados, errores<br />
en la solicitud de pruebas de laboratorio adecuadas para el paciente<br />
correcto en el momento oportuno, errores <strong>del</strong> sistema de clasificación,<br />
errores en la administración de medicamentos y errores en la respuesta<br />
dada a valores de laboratorio anómalos. Una comunicación y una coordinación<br />
deficientes entre los profesionales y los distintos componentes<br />
de los sistemas sanitarios y sociales son la principal causa de muchos de<br />
los problemas identificados (Dovey et al. 2003). Son riesgos importantes<br />
tanto la falta de información oportuna y exacta después <strong>del</strong> alta hospitalaria<br />
como el retraso en la obtención de los resultados de las pruebas<br />
(Kripalani et al. 2007; Callen et al. 2012). Un estudio más reciente sobre<br />
202