Seguridad del Paciente Charles Vincent y René Amalberti
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<strong>Seguridad</strong> <strong>del</strong> paciente<br />
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Las desviaciones de la práctica óptima carecen relativamente de<br />
importancia en la atención general prestada al paciente.<br />
3. El nivel 3 representa el primero de los niveles en los que la<br />
seguridad <strong>del</strong> paciente puede peligrar. Creemos, por las razones<br />
expuestas anteriormente, que una parte considerable de la asistencia<br />
sanitaria que reciben los pacientes encaja, a grandes rasgos,<br />
dentro de esta categoría. En este nivel, las desviaciones de<br />
la práctica óptima son frecuentes y se presentan por una extensa<br />
variedad de motivos y constituye una amenaza para los pacientes.<br />
Por ejemplo, puede que no haya un control puntual <strong>del</strong> grado de<br />
anticoagulación tras la prescripción de heparina. Nos hemos referido<br />
antes a este nivel como de «infracción normal» (<strong>Amalberti</strong> et<br />
al. 2006) (Cuadro 2.2).<br />
4. El nivel 4 representa una desviación de los estándares suficiente<br />
para producir daño evitable. Por ejemplo, un paciente de 68 años<br />
se somete a una colecistectomía y contrae una infección asociada<br />
al catéter urinario tras la cirugía. El análisis <strong>del</strong> incidente mostró<br />
que el catéter no era revisado con regularidad y que se dejó colocado<br />
demasiado tiempo. Esto es una desviación clara de la atención<br />
esperada. No obstante, se inició el tratamiento rápidamente<br />
y la infección quedó totalmente controlada 10 días después. El<br />
paciente sufrió un daño evitable y tuvo que permanecer en el<br />
hospital una semana más, pero después se recuperó por completo.<br />
5. El nivel 5 hace referencia a la asistencia deficiente durante un<br />
prolongado período de tiempo y que coloca al paciente en situación<br />
de riesgo de daño importante y duradero. Por ejemplo, si<br />
en el caso descrito anteriormente, el paciente no sólo hubiera<br />
contraído la infección, sino que también se hubiera fracasado en<br />
identificarla y en tratarla de forma eficaz. Esto podría tener como<br />
consecuencia un retraso en la recuperación y un aumento de la<br />
debilidad, pero también un posible desenlace mortal.<br />
A grandes rasgos, vemos que el nivel 1 de atención óptima constituye,<br />
por supuesto, una valiosa aspiración e inspiración, pero es muy difícil<br />
de lograr en la práctica y en muchos contextos no es fácil de definir.<br />
La atención óptima es relativamente fácil de especificar en los entor-