Proyecto Mod Econ

Escojo mi planta, aplico mi saber
Antes de definir el terreno y el lugar de la
huerta, realizamos con los niños y niñas en el
salón un listado de todos los posibles cultivos
que se dan en el territorio y que podíamos
tener en nuestro terreno de siembra. De todas
esas plantas cada uno escogía una con la cual
le gustaría trabajar. Realizamos un vivero
con dos plantas de cada tipo; una de ellas
estaría en la casa de cada familia y cada niño
o niña debía mantenerla y cuidarla; la otra la
sembramos en nuestra huerta colectiva del
aula. Comenzamos por una planta de cada
tipo: cacao, maíz, caña, café, guandul, frijol,
ñame, ahuyama, guineo, plátano, tomate, ají,
cilantro castilla, malanga, yuca y un cultivo
extranjero de palma rosa para estudiar los
derivados del aceite que sale de esta planta.
Luego diversificamos nuestros cultivos
sembrando más plantas.
Los niños y niñas desarrollaron capacidades
comunicativas cuando realizaron narraciones
y relatos del control de su cultivo que
presentaron a sus compañeros. Cada uno
estaba cuidando dos plantas de un mismo
tipo y debía explicar todo lo relacionado
con esta y su cultivo, las condiciones para
su buen crecimiento y sus características.
Para esto realizaron la historia de vida de su
cultivo, dando cuenta de todo su proceso.
Esta presentación se hizo de forma oral,
preparaban sus carteleras con dibujos para
hacerla. Previamente y a lo largo de varios
meses realizaron un registro escrito donde
describían todos los momentos y cambios
de su planta, así como las tareas que habían
realizado para que la huerta escolar y su
planta crecieran sanas. Debían completar
esta información, realizando investigaciones
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