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gary urton la historia de un mito paqareq tambo y el origen de los incas

Arquelogia peruana

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_________________________ Urton: Historia de un mito

que histórica, pero que atañen muy de cerca

al trabajo del etnohistoriador. ··

Una primera cuestión se relaciona con el

concepto de "mito-historia", que G.U. no

define y sólo parece clarificarse a partir de

su empleo a lo largo del texto. Si no se trata

tanto de establecer los linderos entre el

"mito" y la "historia" cuanto de dar cuenta

de ese procedimiento por el cual se historiza

un mito, cabría preguntarse en qué

medida en los mitos de origen, como es el

caso del Pacariqtambo de los incas, se da ya

una reconstrucción mítica no originaria, en

la que los factores o aspectos etiológicos

del mito parecen producidos y organizados

en base a una historización y geografización

del mito original. Según esto, nos parece

que sería posible indagar algunos indicios

precoloniales de ciertas formas de historización

legitimadora de sus orígenes por

parte de los linajes cusqueños, siendo la

misma fuerza legitimadora del pasado la

que conduciría a una sociedad y a sus clases

dirigentes a historizar el mito.

Pero esta modalidad primitiva de (re)­

producción histórica a partir de una materia

prima mítica reviste en el caso de los curacas

y nobleza descendientes de los incas

una particular problemática que merece ser

discutida: se trata de esa ideología del linaje

y de la descendencia que supone una forma

de memoria genealógica y que la aristocracia

cusqueña se vio obligada a elaborar y

desarrollar frente a una mentalidad española

que manejaba este mismo principio legitimador,

gestado en Europa entre el siglo X

y XII con la "memoria feudal". En ambos

casos asistimos a una paulatina, pero irreversible

sustitución de los valores y vínculos

basados en las alianzas por aquellos filiativos

y hereditarios, lo que a la larga se

convertiría en el principio fundamental de

una conciencia diferenciadora.

Es evidente que la idea de linaje se irá

rarificando a medida que se va descendiendo

en la escala social dentro de los mismos

grupos andinos.

Cómo y por qué procedimientos empieza

a darse en el medio andino la transmisión

de nombres y apellidos por línea matrilineal

y/o patrilineal y hasta qué .punto

las reivindicaciones o pretensiones de un

estatuto nobiliario se encuentran avaladas

desde una situación de poder y autoridad,

son interrogantes que, no sólo en el caso de

los señores del Cusco, sino también entre

las élites de otros grupos étnicos (como los

Chachapoyas), la etnohistoria andina tiene

que ir despejando.

Tres fenómenos parecen articular este

proceso: la remodelación de los recuerdos

en base a una secuencia histórica, la reconsideración

del parentesco de acuerdo a una

ideología genealógica y no tanto como su

principio de origen, y su reinscripción en

nuevas prácticas y gestualidades sociales.

G.U. muestra que bajo la traslación/reproducción

histórica del mito de origen de

Pacariqtambo, y lo que ella supone como

manipulación de sus descendencias, los señores

cusqueños obedecen a una clara estrategia

por hacer valer aquellos privilegios

que les permitirán sustraerse a las imposiciones

tri bu tarias de la administración colonial.

Aunque, al mismo tiempo, la memoria

hizo posible también una decisiva

contribución al proceso de autoconciencia

llevado a cabo por curacas y "señores étnicos"

para poder mantener su rango social

y reafirmar en las nuevas condiciones del

dominio colonial su posición y conciencia

de clase en el preciso momento en que sus

privilegios tradicionales se vieron amenazados.

Esa recuperación política del pasado en

momentos en que era destruido el equilibrio

social que lo explicaba simbólicamente,

tuvo un alcance más amplio que el de la

particular y estratégica manipulación de la

memoria por parte de la clase dirigente incaica,

puesto que más allá de estos comportamientos

de las élites, el mismo fenómeno

se extenderá a las otras regiones andinas y

a otros "señoríos étnicos", pudiéndonos

preguntar en qué medida el pensamiento

histórico, que los colonizadores instalan

como ideología dominante sobre todo el

Tahuantinsuyo, da lugar a nuevas formas

de pensar y de representar su propia historicidad

en las sociedades andinas.

Esto supondría que la construcción o el

mantenimiento de las tradiciones -y aun

las nuevas re-traducciones de éstas- no responden

a fuerzas ciegas de la historia ni a

ocultas inercias de una sociedad, sino que

tales eficacias del pasado, menos que a fidelidades

conservadoras, responden a reales

intereses socio-políticos, a respuestas de re-

No. 1, Julio 1989

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