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_________________________ Urton: Historia de un mito
perspectiva global. Nunca nos abandona en
trivialidades. Cada argumento detallado sirve
al argumento global. Este artículo contribuye
a la exploración de la historia andina,
pero, aparte de su tema de estudio, también
puede servir de modelo a historiadores
que deseen integrar áreas a menudo separadas
de su oficio: crítica de texto, geografía,
historia social y la historia de ideas. Urton
muestra una prudencia admirable. No sólo
describe sus documentos, sino también la
naturaleza de esas fuentes. Tomando seriamente
lo que se ha denominado la "hermenéutica
de la sospecha", él presenta la construcción
social de los documentos, el significado
social de su género y la historia de
situaciones de donde han surgido los documentos
y a las que se han aplicado. Y él
considera los efectos documentales y de
autor de su ubicación en el espacio físico
y político.
Urton ejerce este cuidado porque la reconstrucción
de la historia es un ejercicio
delicado, tenue, incluso si uno intenta,
como lo hace Urton, reconstruir los puntos
de vista culturales que inspiraron múltiples
interpretaciones de la "historia", más que
descubrir un orden cronológico, puro, prístino,
absoluto, de causas históricas (lo cual,
como lo señala Urton, puede trivializar las
fascinantes diferencias entre diversas versiones
llamándolas "equivocaciones").
Nos parece bien señalar los lugares donde
lo tenue se acerca más a la propia recon!
trucción de Urton. Estos son los lugares
donde más peligra su interpretación. Si . los
lectores son persuadidos por estos dos puntos,
pensaría que su argumento se hace
completamente plausible. Los hilos importantes
más débiles de su argumento son:
1) los diversos vínculos construidos en torno
a la figura y nombre de Qori Kuka; y
2) la identificación de Domingo Pascac,
quien atestiguara en el juicio de 1560 respecto
al reclamo de Rodrigo Sutiq Callapiña,
con el Domingo Pascac que sirvió de informante
para la historia de Sarmiento de
Gamboa. Urton le atribuye a Domingo
Pascac un tipo particular y gran conocimiento
histórico, basado principalmente en
su afiliación de panaqa. Mucho depende en
la identificación de los dos Pascac y también
en el conocimiento específico y punto de
vista imputados a Pascac de su linaje. ¿Po-
demos aceptar las hipótesis de Urton en e!r
tos dos casos? El asunto no está aún claro.
Aquí la ayuda de Urton es invalorable.
Su diligencia reúne evidencia circunstancial
del tipo que un observador menos astuto
nunca habría visto. Puede ganar el caso. Mi
conjetura es que su plausibilidad aumenta
o disminuye en estos dos eslabones críticos,
pero débiles en la cadena del argumento.
Incluso si queremos retener el pleno asentimiento,
podemos admirar la muy sugestiva
interpretación que hace Urton de los hechos
que tenemos efectivamente por ciertos.
Debemos decir claramente que Urton
no trata de hacer un acto de prestidigitación.
En diversos momentos nos recuerda
lo tenue y la escasa información respecto a
tantas áreas del caso.
En otra vena, la valiente interpretación
de Urton me anima a preguntarle acerca de
las dimensiones litúrgicas que pudieran e!r
tar debajo de este mito de origen concretizado.
¿Podría haber servido como un vehículo
para acciones rituales que se presentan
ahora como acontecimientos históricos
concretos? Me refiero a la posibilidad de
que los movimientos ancestrales hayan servido
como fundamento de actos ceremoniales
(que posteriormente también fueron
"historizados"). Al final de cada una de las
etapas del viaje de los antepasados, por
ejemplo, uno de los hermanos Ayar llega a
un "punto final". Cada lugar-límite es definido
porque hay un finis (un hecho mítico
que marcaba el final de la historia de la vida
de un ser mítico) que marca un límite
con un sitio monumental que conmemora
el final de un Ayar: una tumba, columna o
piedra. ¿ Tienen tales lugares una historia
de acto litúrgico? ¿Podemos ver alusiones
a estos ritos prescritos (incluyendo las peregrinaciones
requeridas para llegar a esos
sitios para la ceremonia) en estos viajes y
actos ancestrales en Y aurisque, Wanakauri
y Wanaypata, por ejemplo? La consagración
de límites puede ser no sólo una expresión
ideológica en la palabra del mito o
historia, sino puede ser también encarnada
en la praxis simbólica de la comunidad. Tal
como lo demostrara el estudio de Pierre
Duviols sobre los huancas, la consagración
o conmemoración periódica de sitios límites
(marcados por dobles líticos de espíritus
de antepasados) apoyaría las estructu-
No. 1, Julio 1989
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