You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
CARMILLA
posición, y lámparas de múltiples colores colgaban de los
árboles. Hubo una muestra de pirotecnia superior a la que
he visto en la mismísima Ciudad Luz. Y ¡qué música¡ (la música,
usted sabe, es mi debilidad), ¡qué música más bella! Tal
vez la mejor orquesta del mundo, y los mejores cantantes
seleccionados de los grandes teatros de la ópera de toda Europa.
Cuando uno deambulaba por aquellos predios con su
iluminación de fantasía, viendo cómo una luz rosada se reflejaba
en la fila de altos ventanales del castillo, se podía oír
las espléndidas voces de tenores y sopranos que se levantaban
de entre el silencio de la arboleda. En cierto momento
se producía la ilusión de que se levantaban desde los botes
que uno adivinaba balanceándose sobre las aguas del lago. Al
contemplar toda esta escena y escuchar la música, me sentí
transportado al romance y la poesía de mi primera juventud.
»Al concluir la extraordinaria muestra de pirotecnia, y
con el inicio del baile, regresamos todos a los nobles salones
dispuestos para los danzantes. Como usted sabe, un baile
de máscaras es algo muy bonito. Pero el espectáculo aquella
noche fue el más brillante que yo he conocido.
»Los asistentes eran todos gente de la aristocracia. Entre
los presentes, yo era uno de los muy pocos plebeyos.
»Mi querida niña estaba más bella que nunca. No llevaba
máscara. Y su emoción y su deleite agregaban un encanto especial
a sus facciones, siempre tan hermosas. Me fijé en una
joven, magníficamente vestida, pero con máscara, quien, me
parecía, miraba a mi niña con muchísimo interés. La había
visto antes, en el gran vestíbulo, y por unos minutos andaba
cerca de nosotros por la terraza, debajo de las ventanas del
castillo. En ese momento también se fijaba en mi niña con la
misma atención. Esta joven fue acompañada por una seño-
104