Revista Cena Internacional

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“LA POLÍTICA EXTERIOR ARGENTINA DURANTE EL GOBIERNO DE FERNANDO DE LA RÚA:
¿MÁS DE LO MISMO?”.
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○ Sandra Colombo • Fernando Piñero
paraarancelarias (sanitarias o cuantitativas) a la exportación de productos
agropecuarios o alimenticios.
Así, las relaciones que Estados Unidos mantiene con Argentina se encuadran
dentro de la estrategia que aquel país adoptó hacia América Latina en las pos guerra
fría. Esto es, una política exterior que privilegia la diplomacia económica y enfatiza,
por un lado, el cumplimiento de ciertas reglas de comportamiento económico por
parte de los países de la región (normas sobre propiedad intelectual; restricciones al
otorgamiento de subsidios a las exportaciones) y por otro lado, la promoción de un
área económica hemisférica preferencial (la extensión del Nafta o la conformación
del ALCA) como un mecanismo para promover con mayor efectividad los intereses
norteamericanos. 36
En términos de seguridad regional, procuró mantener una amplia libertad de
acción en la región, sin hacerse responsable por resolver los conflictos que no
involucren directamente sus propios intereses. Sin embargo, en aquellas situaciones
donde la agenda interna de Estados Unidos se proyecta en su política exterior, el país
tuvo un rol mucho más activo. Este es el caso de la lucha contra el narcotráfico, el
fortalecimiento de la institucionalidad democrática en la región, la inmigración ilegal,
y el futuro de Cuba.
En este contexto, la diplomacia norteamericana intentó que el gobierno
argentino se plegara a su propuesta de sancionar al gobierno de Fujimori en Perú; que
tuviera un compromiso mayor en la lucha contra el narcotráfico en Colombia; que
tramitara su pronta incorporación al ALCA y que aceptara adelantar su lanzamiento;
que continuara con el voto de condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos
de la ONU.
Con excepción de Cuba, en todos estos temas “sensibles” el gobierno argentino
actuó en forma coordinada con Brasil y con sus socios del Mercosur. 37 Incluso la
acción diplomática ante los atentados terroristas del 11 de setiembre, se llevó a cabo
en permanente consulta con el gobierno brasileño. Por lo tanto, a pesar de que la
política exterior de la Alianza en relación a la potencia hegemónica tiene muchas
similitudes con la llevada a cabo durante las presidencias de Carlos Menem, es necesario
reconocer diferencias. Durante los noventa, Menem planteaba una agenda “fácil” para
Estados Unidos porque, entre otras iniciativas, aceptaba enviar tropas a Colombia,
planteaba lazos bilaterales estrechos con la potencia, y mantenía una posición dura
con Cuba. La diplomacia actual, en cambio, se ha alejado del alineamiento automático
y ha procurado no aislar a Argentina de los demás países del Cono Sur sin disgustar a
Estados Unidos.