Espaces imaginaires - Adehl
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101<br />
historia de Macedonio y su voz se torna sospechosamente similar a<br />
la del narrador heterodiegético del primer nivel de la historia:<br />
Un relato no es otra cosa que la reproducción del orden del mundo en una<br />
escala puramente verbal. Una réplica de la vida, si la vida estuviera hecha sólo<br />
de palabras. Pero la vida no está hecha sólo de palabras, está también por<br />
desgracia hecha de cuerpos, es decir, decía Macedonio 12 , de enfermedad, de dolor<br />
y de muerte (p. 149).<br />
Como se puede ver, la diferencia entre este fragmento y el que<br />
hemos tomado de “La grabación” muestra cómo se da el paso de<br />
un modo al otro y cuán marcada es la diferencia entre las voces. La<br />
indicación “decía Macedonio” es lo único que nos recuerda que este<br />
discurso es referido por Russo. De hecho, si no fuera por ese inciso,<br />
este fragmento podría ser atribuido al narrador heterodiegético<br />
principal, ya que éste suele expresarse de la misma manera y hacer<br />
el mismo tipo de reflexiones. De esta manera, el modo mimético se<br />
transforma en narrativo a medida que cada personaje toma el papel<br />
de narrador de una historia determinada. Incluso el monólogo final<br />
de la máquina está más cerca de un ensamblaje de las voces de<br />
varios narradores que de la “imitación” de una sola voz. La ciudad<br />
ausente presenta así una cierta predominancia progresiva del modo<br />
narrativo que se da a través de una multiplicidad de narradores.<br />
En Museo de la Novela de la Eterna, el movimiento es inverso ya<br />
que el modo narrativo que predomina en los prólogos va cediendo<br />
su lugar a los diálogos de los capítulos y a las escenas casi teatrales<br />
que estos presentan. Con respecto a este movimiento habría que<br />
aclarar dos elementos: el primero, que consideramos los prólogos<br />
como parte integrante de la novela, y no como un paratexto que lo<br />
precede. El segundo, que hablamos de modo “narrativo” sabiendo<br />
que en los prólogos no hay una acción narrada que va avanzando<br />
sino, como ya lo mencionamos, una serie de reflexiones sobre<br />
ciertos temas. Ahora bien, la voz que produce esas reflexiones<br />
no es la de un “personaje” sino más bien la de un narrador y por<br />
eso podríamos hablar de cierto discurso diegético, aun cuando sea<br />
altamente reflexivo:<br />
12 La cursiva es nuestra.