09.03.2013 Views

Espaces imaginaires - Adehl

Espaces imaginaires - Adehl

Espaces imaginaires - Adehl

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

105<br />

El personaje del lector en el Museo, lejos de una anticipación de<br />

la teoría de la recepción o de un modelo de lectura participativa, es<br />

un dispositivo que le permite a Macedonio proyectar su texto ante<br />

un interlocutor imaginario. En esta medida, la ficcionalización del<br />

papel de la lectura hace parte del mismo mecanismo por medio<br />

del cual Macedonio proyecta la mayoría de situaciones que tienen<br />

que ver con el hecho literario. En medio de las escenas ficticias<br />

del “detrás de cámaras” de la producción literaria, el Museo expone<br />

diálogos imaginarios entre instancias como el autor, los personajes<br />

y el lector, transformando las funciones que intervienen en el<br />

hecho literario en una escena ficcional. Sin embargo, este ejercicio<br />

no implica un cambio de perspectiva de una función a otra: todas<br />

han sido imaginadas a partir de la idea de la producción y, en ese<br />

sentido, la relación entre los personajes Autor y Lector no implica<br />

realmente la aparición de dos perspectivas diferentes. Se trata más<br />

bien de una manera de explorar los mecanismos de la producción<br />

textual a partir de la ficción sobre el hecho estético que se produce<br />

entre un autor, un texto y un lector.<br />

El carácter monológico del discurso del Museo, aunque<br />

paradójico frente al uso del modo dramático, resulta coherente<br />

con el proyecto macedoniano como ya lo hemos anunciado.<br />

Sin embargo, Macedonio es consciente de la omnipresencia del<br />

discurso productor en su texto, del peso que la autoría representa<br />

y de la dificultad que este aspecto podría producir en sus lectores,<br />

como lo anuncia a través de esta alusión:<br />

Pero como uno nunca sabe cuándo el lector duerme... Y sépase que Dulce-<br />

Persona no es de las que disimulan haberse dormido oyendo un cuento. Es tan<br />

encantadora en sus inocencias que me ha preparado para autor no irritable que<br />

al contrario sabe simpatizar con el lector que se le duerme; y éste por tanto no<br />

piensa corregirse (p. 193).<br />

Ana María Camblong comenta este fragmento en su edición<br />

crítica aludiendo igualmente a la omnipresencia del discurso desde y<br />

sobre la autoría y la producción textual:<br />

El lector dormido prevé las dificultades que tendrá esta experiencia literaria<br />

para seducir al público, para retenerlo al menos en la lectura; pero también<br />

muestra el aspecto monológico de un autor que se esfuerza por estar en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!