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150 NOVELAS EXEMPLARES
echando la bendición a España, garpó la flota,
y con general alegría dieron las velas al viento,
que blando y prospero soplaua, el qual en pocas
horas les encubrió la tierra y les descubrió las
5 anchas y espaciosas llanuras del gran padre de
las aguas, el mar Occeano (1).
Yua nuestro passagero pensatiuo, reboluiendo
en su memoria los muchos y diuersos peligros
que en los años de su peregrinación auia
10 passado, y el mal gouierno que en todo el dis-
curso de su vida auia tenido, y sacaua de la
cuenta que a si mismo se yua tomando, vna
firme resolución de mudar manera de vida y
de tener otro estilo en guardar la hazienda que
15 Dios fuesse seruido de darle, y de proceder con
mas recato que hasta alli con las mugeres.
La flota estaua como en calma, quando passaua
consigo esta tormenta Felipo (2) de Carrizales,
que este es el nombre del que ha dado
20 materia a nuestra nouela. Tornó a soplar el
viento, impeliendo con tanta fuerga los nauios,
que no dexó a nadie en sus assientos, y assi le
fue forgoso a Carrizales dexar sus imaginaciones
y dexarse llenar de solos los cuydados que
25 el viage le ofrecia, el qual viage (3) fue tan pros-
pero, que, sin recebir algún renes ni contraste,
llegaron al puerto de Cartagena (*). Y por concluyr
con todo lo que no haze a nuestro proposito,
digo que la edad que tenia Filipo (4) quan-
(1) M.: «Océano».
(2) M.: «Felipe..
(3) M. omite «viage».
(4) M.: «Felipo».