2klTA7g88

168 NOVELAS EXEMPLARES
uarla hasta el fin de la[s] (1) suyas, y assi fuera,
si el sagaz perturbador del genero humano no
lo estoruara, como aora oyreys.
*"'^
Digame aora el que se tuuiere por mas dis-
5 creto y recatado, que mas preuenciones para su
seguridad podia auer hecho el anciano Felipo,
pues aun no consintió que dentro de su casa
1 huuiesse algún animal que fuesse varón. A los
1 ratones della, jamas los persiguió gato, ni en
10 |ella se oyó ladrido de perro; todos eran del genero
femenino (2). De dia pensaua, de noche no
'dormia; el. eraiajiüiidfiLX centinela de su casa ,
y el Argos de lo que bien quería; jamas entró
hombre de la puerta adentro del patio. Con sus
15 amigos negociaua en la calle. Las figuras de
j
I
los paños, que sus salas y quadras adornauan,
todas eran hembras, flores y boscages. Toda
su casa olia a honestidad, recogimiento y reca-
to; aun hasta en las consejas que en las largas
20 noches del inuierno en la chimenea (3) sus criadas
contauan, por estar el presente, en ninguna
ningún genero de lasciuia se descubría. La plata
de las canas del viejo, a los ojos de Leonora (4),
parecían cabellos de oro puro, porque el amor
25 primero que las donzellas tienen, se les imprime
en el alma, como el sello en la cera. Su demasiada
guarda, le parecía aduertido recato.
I
/ Pensaua y creía que, lo que ella passaua, pas-
sauan todas las recien casadas. No se desman-
(1) M.: «la».
(2) M. omite «todos eran del genero femenino».
(3; M.: «chiminea»
(4) M.: «a los ojos de la honesta y recatada Leonora».