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LA ILLUSTRE FREGONA 277
porque me has marauillado mucho con lo que
has contado de que el conde ha ahorcado a
Alonso Genis y a Ribera, sin querer otorgar-
les (1) la apelación „ (*).
"jO pecador de mi!„, replicó (2) el seuillano,
"armóles el conde gancadilla y cogiólos debaxo
de su jurisdicion, que eran soldados, y por con-
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trabando se aprouechó dellos, sin que la Audiencia
se los pudiesse quitar. Sábete, amigo,
que tiene vn Berzebu en el cuerpo este conde 10
de Puñonrostro, que nos mete los dedos de su
puño (*) en el alma; barrida esta Seuilla y diez
leguas a la redonda de xacaros; no para ladrón
en sus contornos; todos le temen como al fue-
go, aunque ya se suena que dexará presto el 15
cargo de Assistente, porque no tiene condición
para verse a cada paso en dimes ni diretes con
los señores de la Audiencia.»
"Viuan ellos mil años„, dixo el que yua a Se-
uilla, "que son padres de los miserables y am- 20
paro de los desdichados; jquantos pobretes estan
mascando barro, no mas de por la colera de
vn juez absoluto, de vn corregidor, o mal informado,
o bien apassionado! Mas veen muchos
ojos que dos; no se apodera tan presto el ve- 25
neno de la injusticia de muchos coragones,
como se apodera de vno solo„ (*).
"Predicador te has buelto„, dixo el de Seui-
lla, "y según llenas la retahila, no acabarás tan
presto, y yo no te puedo aguardar; y esta noche 30
(1) M.: cotorgalles».
(2) M.: «dixo..