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LA ILLÜSTRE FREGONA 331
"Si gustaré, dixo el corregidor, "y salgase
Costanzica alia fuera, y prométase de mi lo que
de su mismo padre pudiera prometerse, que su
mucha honestidad y hermosura obligan a que
todos los que la vieren se ofrezcan a su ser- 5
uicio.„
No respondió palabra Costanga, sino con mucha
mesura hizo vna profunda reuerencia al corregidor
y salióse de la sala, y halló a su ama
desalada esperándola, para saber della que era 10
lo que el corregidor la quería.
Ella le contó lo que aula passado, y como su
señor quedaua con el para contalle no se que
cosas que no queria que ella las oyesse.
No acabó de sossegarse (1) la huéspeda, y 15
siempre estuuo rezando hasta que se fue el corregidor
y vio salir libre a su marido, el qual, en
tanto que estuuo con el corregidor, le dixo: "Oy
hazen, señor, según mi cuenta, quinze años, vn
mes y quatro dias, que llegó a esta posada vna
señora en habito de peregrína, en vna litera,
acompañada de quatro criados de a cauallo, y
de dos dueñas y vna donzella que en vn coche
venian. Traia assimismo dos azemilas cubiertas
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con dos ricos reposteros, y cargadas con vna 25
rica cama y con aderegos de cozina. Finalmen-
te, el aparato era principal, y la peregrina representaua
ser vna gran señora; y aunque en
la edad mostraua ser de quarenta o pocos mas
años, no por esso dexaua de parecer hermosa 30
en todo estremo. Venia enferma y descolorida,
(t) .M.: «sossejar».