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88 NOVELAS EXEMPLARES
pero el con la vara los detenia, y les rogaua le
hablassen apartados, porque no se quebrasse,
que, por ser hombre de vidrio, era muy tierno
y quebradizo.
5 Los muchachos, que son la mas trauiessa generación
del mundo, a despecho de sus ruegos
y vozes, le comentaron a tirar trapos y aun piedras,
por ver si era de vidrio, como el dezia.
Pero el daua tantas vozes y hazia tales estre-
10 mos, que mouia a los hombres a que riñessen
y castigassen a los muchachos por que no le
tirassen.
Mas vn dia que le fatigaron mucho, se boluio
a ellos, diziendo: "¿Que me quereys, muchachos,
15 porfiados como moscas, suzios como chinches,
atreuidos como pulgas: soy yo por ventura el
monte Testacho de Roma (*), para que me tireys
tantos tiestos y tejas?,.
Por oyrle reñir y responder a todos, le se-
20 guian siempre muchos, y los muchachos tomaron
y tuuieron por mejor partido, antes oylle
que tiralle (1).
Passando, pues, vna vez por la ropería de Salamanca,
le dixo vna ropera: "En mi anima, se-
25 ñor licenciado, que me pesa de su desgracia;
pero, ¿que haré, que no puedo llorar?
El se boluio a ella, y, muy mesurado, le dixo:
"FilicB Hierusalem: plorate super vos & super
filios vestros,, (*).
30 Entendió el marido de la ropera la malicia
(1) M.: «antes oyrle, que tirarle».
„