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76 NOVELAS EXEMPLARES
Lombardia, las esplendidas comidas de las hosterías;
dibuxole dulce y puntualmente el acon-
cha, patrón; passa acá, manigoldo; venga la
macarela, li polastri e li macarroni (*). Puso las
alabangas en el cielo de la vida libre del soldado
y de la libertad de Italia. Pero no le dixo
nada del frió de las centinelas, del peligro de
los assaltos, del espanto de las batallas, de la
hambre de los cercos, de la ruyna de las minas,
10 con otras cosas deste jaez, que algunos las toman
y tienen por añadiduras del peso de la
soldadesca, y son la carga principal della. En
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resolución, tantas cosas le dixo y tan bien dichas,
que la discreción de nuestro Tomas Rodaja
comengo a titubear, y la voluntad a aficionarse
a aquella vida, que tan cerca tiene la
muerte.
El capitán, que D. Diego de Valdiuia (*) se
llamaua, contentissimo de la buena presencia,
20 ingenio y desemboltura de Tomas, le rogo que
se fuesse con el a Italia, si queria por curiosidad
de (1) verla, que el le ofrecía su mesa, y aun si
fuesse necessario, su vandera, porque su alférez
la auia de dexar presto.
25 Poco fue menester para que Tomas tuuiesse
el embite, haziendo consigo en vn instante vr
breue discurso de que seria bueno ver a Italia
y Flandes y otras diuersas tierras y payses, pues
las luengas peregrinaciones hazen a los hom-
30 bres discretos, y que en esto a lo mas largo
podia gastar tres o quatro años, que, añadidos
(1)
M. omite «de».