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202 NOVELAS EXEMPLARES
y sin merecerllo! (1). No serian ellos poluos de
sueño para el, sino poluos de vida para todas
nosotras y (2) para la pobre de mi señora Leonora,
su muger, que no la dexa a sol ni a som-
5 bra, ni la pierde de vista vn solo (3) momento.
¡Ay, señor mió de mi alma, trayga essos pol-
uos, assi Dios le de todo el bien que dessea!;
vaya, y no tarde; traygalos, señor mió, que yo
me ofrezco a mezclarlos (4) en el vino y a ser la
10 escanciadora; y pluguiesse a Dios que durmiesse
el viejo tres dias con sus noches, que otros
tantos tendríamos nosotras de gloria.»
"Pues yo los trayre„, dixo Loaysa; "y son
tales, que no hazen otro mal ni daño a quien
15 los toma, si no es prouocarle a sueño pesadis-
simo.„
Todas le rogaron que los truxesse con breuedad,
y quedando de hazer otra noche con vna
barrena el agujero en el torno, y de traer a su
20 señora para que le viesse y oyesse, se despi-
dieron, y el negro, aunque era casi el alúa,
quiso tomar lición, la qual le dio Loaysa, y le
hizo entender que no auia mejor oydo que el
suyo en quantos discípulos tenia, y no sabia el
25 pobre negro, ni lo supo jamas, hazer vn cru-
zado.
Tenian los amigos de Loaysa cuydado de
venir de noche a escuchar por entre las puertas
de la calle, y ver si su amigo les dezia algo o
(1) M.: «y sin merecello nosotras».
(2) M.: «y particularmento.
(3) M.: «vn tan solo».
(4) M.: «mezclárselos».