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EL ZELOSO ESTREMEÑO 209
xenos acá holgar como pudiéremos; quanto y más que
este señor parece tan honrado, que no querrá otra cosa
más de lo que nosotras quisiéremos.,
"Señoras mías„, dixo Loaisa, "no vine aqui sino con
intención de servir a todas vuesas mercedes con el 5
alma y con la vida, condolido de su clausura y de los
ratos que en esta estrecheza de vida se pierden. Hom-
bre soy, por la vida de mi padre, tan sencillo, manso y
de buena condición, que no haré más de lo que se me
mandare; y si qualquiera de vuesas mercedes me dixe- 10
re: «Maestro, sentaos aquí, pasaos allí, echaos acá, vol-
»veos acullá», así lo haré como el más enseñado po-
denco por el rey de Francia.,
"Si eso ha de ser ansí,, dixo la simple Isabela, "¿qué
medio ha de tener para entrar acá dentro?, 15
"Bueno„, dixo Loaisa; "Vmd. haga por sacar en cera
la llave de esta puerta del patio, que yo haré que mañana
en la noche venga hecha de modo que nos pueda
servir.,
"Para eso mejor seria,, dixo otra doncella, "que saque 20
la de la llave maestra, que sirve para toda la casa..
"Verdad decís,, dixo Isabela, "pero ha de jurar este
señor, primero, que no ha de hacer otra cosa más de