el_eje_del_mal
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Los servicios públicos<br />
10. Los servicios públicos:<br />
¿necesidades inmundas o callejón sin salida<br />
de la transgresión de género?<br />
149<br />
Susanne Mobacker<br />
En <strong>el</strong> espacio público, es muy importante mantener <strong>el</strong> orden de las cosas. Es<br />
especialmente importante distinguir entre los hombres que mean y las<br />
mujeres que hacen lo propio. Si existe un momento en <strong>el</strong> cual es importante<br />
buscar <strong>el</strong> casillero adecuado y <strong>el</strong>egir, ése es cuando meas, y donde. Hombre o<br />
mujer —lo siento, no podéis <strong>el</strong>egir <strong>mal</strong>.<br />
Yo personalmente <strong>el</strong>ijo <strong>mal</strong> todo <strong>el</strong> rato. Hace poco, estaba en un<br />
aeropuerto en Londres. «Es <strong>el</strong> servicio de señoras» me advirtió una mujer con<br />
p<strong>el</strong>o azul. «Lo sé», le respondí, «yo soy una señora». Se disculpó y todo<br />
aparentó volver a la nor<strong>mal</strong>idad. Salvo que mentí. No soy una señora, ni una<br />
dama, ni una chica, ni una mujer. Eso es sólo biología, no responde a quien yo<br />
soy —aunque <strong>el</strong>ija voluntariamente <strong>el</strong> servicio de señoras (lo siento chicos,<br />
pero es un poquito menos asqueroso) y esta rutina ocurre todavía en<br />
cualquier sitio y en todo momento.<br />
Existen un sinfín de historias de marimachos, personas trans y maris y sus<br />
experiencias con las colas de los servicios y los comentarios que reciben. De<br />
hecho, aqu<strong>el</strong>las de nosotras que hemos tenido que redefinir <strong>el</strong> significado de<br />
la simple urgencia corporal «necesito hacer pis» podríamos escribir nov<strong>el</strong>as<br />
sobre estas experiencias.<br />
«Existen momentos donde querrías gritar “tengo un coño” o bajarte las<br />
bragas sólo para ver qué pasa», dice P, que está entre o es ambos y también es<br />
una experimentada visitadora de servicios. «Estaría bien no tener que hacer<br />
una declaración política cada vez que vas, ¿no crees?».<br />
En un mundo HBT, donde en <strong>el</strong> momento en que escribo <strong>el</strong> activismo real<br />
parece alejado y <strong>el</strong> movimiento cansado, los locales gays son nuestra cara<br />
hacia <strong>el</strong> mundo. Son los locales gays los que se están multiplicando y<br />
reclamando espacio. Los que son visibles. Y por tanto, las expresiones<br />
activistas deberían importar en estos contextos.<br />
LASH, un club para bolleras que les gusta <strong>el</strong> cuero y los intercambios duros,<br />
hospedado en las mazmorras d<strong>el</strong> Stockholm Leather Men en Estocolmo, nunca ha<br />
tenido miedo de modificar sus reglas con las cambiantes demandas de nuestra