el_eje_del_mal
el_eje_del_mal
el_eje_del_mal
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Reflexiones desde la negritud y <strong>el</strong> lesbianismo<br />
4. Reflexiones<br />
desde la negritud<br />
y <strong>el</strong> lesbianismo<br />
Esther Ortega (2005)<br />
«I made the choice to be queer»<br />
Anzaldúa ( 1987)<br />
Madrid, primavera de 2005. En la t<strong>el</strong>evisión, <strong>el</strong> T<strong>el</strong>ediario anuncia que se ha<br />
votado en <strong>el</strong> Congreso la ley que permite a los homosexuales casarse. La ley<br />
se ha aprobado y los primeros matrimonios se anuncian para agosto de este<br />
mismo año. Diversos pensamientos se agolpan en mi cabeza pero me resulta<br />
imposible verbalizarlos, tampoco quiero hacerlo. Unos meses antes, cuando<br />
se anunció que la proposición de ley se presentaba a trámite parlamentario<br />
mucha gente de mi entorno se fue a c<strong>el</strong>ebrarlo a Chueca. Yo no. Durante un<br />
par de semanas, al menos, estuve recibiendo f<strong>el</strong>icitaciones de familiares y<br />
amigos: «Ya te puedes casar, ya sois iguales».<br />
De nuevo las imágenes d<strong>el</strong> t<strong>el</strong>ediario, esta vez no en <strong>el</strong> congreso sino en la<br />
calle, varios gays, alguna lesbiana declarando abiertamente ante los<br />
micrófonos y ante las cámaras lo contentos que se sienten. Todos blancos,<br />
todos pulcros, muy pulcros.<br />
Madrid, 8 de Marzo de 2005. Tráfico caótico a las 8 de la tarde, me<br />
desespero en <strong>el</strong> autobús de camino a la mani, llego tarde, tendré que buscar a<br />
la gente. Subo a buen ritmo la calle Atocha, por fin me encuentro con la<br />
cabecera de la manifestación. El tema <strong>el</strong>egido para este año pone especial<br />
énfasis en los derechos de las mujeres lesbianas, aunque según me llegó en los<br />
días previos hubo gran polémica al respecto. Por fin, tras unos minutos<br />
durante los cuales deambulo arriba y abajo por la manifestación consigo<br />
encontrar a «mi gente». Nos colocamos en la parte d<strong>el</strong>antera, cerca de la<br />
cabecera y comenzamos con nuestros cánticos y lemas. Poco a poco, las<br />
mujeres que se encuentran a nuestro alrededor, algunas a título individual y<br />
otras organizadas en grupos d<strong>el</strong> movimiento feminista, comienzan a<br />
seguirnos en nuestros lemas que se convierten en un clamor contra la<br />
precariedad laboral femenina, la conciliación de la vida familiar y laboral,<br />
contra la Conferencia Episcopal... Nos vamos animando y los lemas lésbicos<br />
afloran de nuestras gargantas. De repente, <strong>el</strong> silencio a nuestro alrededor,<br />
muchas de las que antes se desgañitaban junto a nosotras y nos dedicaban<br />
miradas y sonrisas de complicidad ahora callan y miran hacia otro lado.<br />
Claro, todas hetero.<br />
67<br />
«Marcha d<strong>el</strong> millón de mujeres», Filad<strong>el</strong>fia, 25 de octubre, 1997.