el_eje_del_mal
el_eje_del_mal
el_eje_del_mal
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El <strong>eje</strong> d<strong>el</strong> <strong>mal</strong> es heterosexual<br />
por, eso que se ha dado en llamar, <strong>el</strong> «mercado rosa» y los empresarios de<br />
Chueca. Pero algunas de nosotras somos lesbianas y negras y aunque nuestro<br />
DNI dice que somos españolas, pasamos por no serlo, por ser otras.<br />
¿Somos mujeres las lesbianas? Esta pregunta me vu<strong>el</strong>ve una y otra vez a<br />
la cabeza después de lo ocurrido en la manifestación d<strong>el</strong> 8 de Marzo. De<br />
nuevo invisible, ahora en un contexto feminista. De nuevo la frontera. Lo<br />
somos desde luego para reclamar la igualdad frente a los hombres en <strong>el</strong><br />
aspecto laboral, lo somos para reclamar los derechos reproductivos<br />
heterosexuales, para poder abortar cuando creamos que es lo que debemos<br />
hacer sin dar explicaciones ni atenernos a supuestos legales. Claro, esas<br />
luchas son de todas las mujeres, son los grandes temas que a todas nos afectan<br />
y los mínimos comunes sobre los que podremos construir/reconstruir <strong>el</strong><br />
movimiento feminista. Y me sigo preguntando, ¿mínimos comunes? Para mí,<br />
algunos de estos mínimos no son en absoluto comunes, la diferencia es que<br />
no se me ocurriría jamás callarme cuando se reclama, por <strong>eje</strong>mplo, aborto<br />
libre y gratuito. Todas las mujeres son heterosexuales pero algunas somos<br />
lesbianas y negras (Gloria T. Hull, Patricia B<strong>el</strong>l Scott y Barbara Smith, 1982).<br />
Las comunidades negras en <strong>el</strong> Estado español son heterogéneas pero las<br />
palabras que pronunció aqu<strong>el</strong> joven negro en la reunión con Ang<strong>el</strong>a Davis,<br />
muestran de nuevo la invisibilidad de las mujeres dentro de este movimiento.<br />
Aunque hay gente dentro d<strong>el</strong> movimiento que realiza grandes esfuerzos para<br />
dar la vu<strong>el</strong>ta a esta situación, <strong>el</strong> único tema central dentro de éste es la raza.<br />
El sexismo y la homofobia son desgraciadamente dos constantes que<br />
persisten en la actualidad. Otro problema añadido es que se sigue<br />
manteniendo la visión de la homosexualidad como «problema blanco», la<br />
negritud tendría así, para estos individuos, una esencia heterosexual. Pero<br />
algunas comenzamos hace ya bastante tiempo la reb<strong>el</strong>ión, porque somos<br />
lesbianas y tenemos voz.<br />
A veces, resulta ciertamente difícil vivir en la encrucijada de las diferencias<br />
(Audre Lorde, 1982/1996). Ser constantemente interp<strong>el</strong>ada o vilipendiada<br />
por alguna o por varias de tus diferencias. Sin embargo, algunas nos<br />
negamos a dejar de ocupar esa posición, una posición que lejos de ser algo<br />
natural, es sin duda una posición política, una posición política frente a la<br />
hetero-designación. 1<br />
1 Me gusta emplear esta palabra con una doble acepción. Por un lado, como designación por<br />
parte de «otros», siendo ese otros la sociedad y por otro lado, como designación desde la<br />
heterorealidad.<br />
70