Análisis comprensivo de la construcción de un discurso

constituida por la aplicación del conocimiento reflexivo, más la ecuación conocimiento-
certidumbre lo que resultó ser, con el paso de los años, contraproducente.
Dado que una de las características intrínsecas de la Modernidad es pensarse a sí
misma, siempre se están generando nuevos conocimientos que mejoran o reemplazan al
existente, y esto genera una sensación de angustia ya que nunca podemos estar seguros de
que el conocimiento generado pueda ser eterno y verdadero, porque todo conocimiento es
revisado y tiene como característica elemental, la posibilidad de quedar obsoleto. La no
certeza genera angustia y con ellos a un “hombre herido”.
A medida que se fueron profundizando los cimientos de la modernidad, la sociedad
comenzó a transformarse vertiginosamente. El sistema económico que imperaría en el
mundo luego de la revolución francesa sería el capitalista, el cual tendría una
complejización a medida que se ponía en marcha 25 . La economía mundial comenzaría a
integrarse cada vez más y los sistemas productivos requerían una división cada vez mayor
del trabajo.
Se creía que el industrialismo promovería de manera natural, un orden industrial,
integrado y pacífico. Sin embargo, el trabajo industrial moderno traería consecuencias
insospechadas para la humanidad. Paradójicamente, el ser humano va dejando cada vez más
de ser la preocupación del hombre moderno y, en su lugar, la producción y los negocios
ocupan la atención de las políticas económicas. Este es un fenómeno que se radicaliza y se
extiende hasta nuestros días, en que vivimos en un contexto social donde todo ha quedado
bajo las leyes del mercado 26 . La cara perversa o “costo alternativo” de la Modernidad
comenzaría a sentirse y manifestarse en distintas áreas de la vida cotidiana del sujeto
histórico.
25 Cf. Fromm, E. “El hombre en la sociedad capitalista”.
26 Cf. Moulián T. “El consumo me consume”, Editorial. LOM. 1997.
21
(1998)