Análisis comprensivo de la construcción de un discurso

azón instrumental, tratando de dar respuesta a la crisis de la tradición occidental, que en
una actitud positivista ha vinculado el método con la construcción de la verdad. Es por ello
que para Gadamer la salida a esta crisis es entender que el hombre es en el lenguaje, y tanto
tal, el hombre se realiza en el diálogo como una forma de experiencia humana no metódica,
donde se acerca a sus saberes particulares que constituyen al hombre a partir de
comprensiones previas que nos insertan en un círculo que sólo pueden ser hermenéutico.
Vale decir, para Gadamer la relación del sujeto en el mundo se da en la interpretación
(forma de entender el mundo) y en el lenguaje, donde la interpretación no es un
procedimiento especial para comprender. Si no que se comprende porque se interpreta y
esto es propio del hombre.
Todo lo dicho anteriormente nos muestra que la hermenéutica es la forma que tiene el
hombre actual de acercarse a la realidad a partir de su propia experiencia y desde el
lenguaje, es por esto, que se hace tan indispensable esta disciplina para esta investigación,
ya que no sólo entendemos que la hermenéutica es el modo de los investigadores para
acercarse a los textos, sino también entendemos que BCH, en la producción de sus
mensajes está realizando y ejecutando esta disciplina que es propia de los hombres en el
lenguaje.
Es así como tomamos a la hermenéutica, ya que además se puede ligar esta tradición
filosófica con el análisis de contenido, ésta como una de las formas instrumentales que
tiene la hermenéutica para acercarse a los textos.
Ya insertos en la hermenéutica moderna podemos distinguir dos corrientes
importantes 149 , una teológica y otra filosófica (en la que nos centraremos) que tiene como
precursores a M. Heidegger, H. G. Gadamer.
La corriente filosófica tiene varios antecedentes: presupone que nuestro manejo del
lenguaje se ha complejizado, ya no hay una unidad o “identidad inmediata” entre lenguaje,
pensamiento y el ser. Cabe por ejemplo, decir lo que no pensamos (mentir), pensar lo que
no es (errar), pensar algo que no decimos (callar), decir lo que falta (crítica).
Es por eso que la reflexión y la hermenéutica tiene como misión evitar el engaño
provocado por la palabra aislada, que “falsea” la cosa designada al arrancarla de la totalidad
a la que pertenecía. “La dicción particular es al mismo tiempo descubrimiento y
149 J.L Piñuel y J.A Gaitán; “Metodología general”. Editorial Síntesis. Madrid, 1995. Pág. 513.
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