Análisis comprensivo de la construcción de un discurso

política de todos los sectores sociales 56 . Y es que, según Larraín, las premisas básicas para
superar la pobreza, son siempre el desarrollo y la modernización como única vía.
Fue la “revolución en libertad”, programa emprendido por dicho gobierno, la que
propulsa la participación social en todos los estamentos de la sociedad: “... durante los años
60 Chile se vuelve alucinante. Se produce una corriente eléctrica que se apodera de todos
los nervios y circuitos. No hay esfera, no hay actividad que quede fuera de esta oleada
transformadora y crítica (…) se habla porque se piensa que hablando se va a cambiar el
mundo, mundo que se transformaría a punta de verbo y adjetivo en imagen y forma de
nuestro creciente y deslumbrante bla bla.” 57
La efervescencia social que anteriormente se describe se ve materializada en el
considerable aumento de la participación social en organizaciones: el sindicalismo urbano
pasó de 268.900 afiliados en 1964, a 429.100 miembros en 1969; el sindicalismo rural pasó
de 1.700 afiliados en 1964 a 104.700 miembros en1969.
De esta manera, el movimiento de las masas populares fue la marca distintiva de los
últimos años de la década de 1960, presagiando las convulsiones que acompañarían a la
elección de 1970 y al desenvolvimiento posterior al gobierno popular. 58
Por otro lado, el sentimiento americanista, entendido como conciencia de “pueblo
latinoamericano” adornaba los cimientos teóricos que en todo el continente se iban
conformando como fuerza política de peso. La cercanía con EE.UU. y la vulnerabilidad de
estos países a la influencia estadounidense en sus economías fue generando un sentimiento
“anti-imperialista” en las agrupaciones de izquierda. Esta idea comienza a personificarse en
una figura emblemática de la izquierda chilena: Salvador Allende, quien obtuviera la
presidencia en 1970. Este hecho hizo que los ojos del mundo (y en particular, los de
EE.UU, que ve que el continente va desviando su rumbo, desafiando su hegemonía) se
centraran en Chile, ya que por primera vez se lograba la asunción al poder de un marxista
por vía democrática.
56 Es esta la gran “promesa incumplida” de la que tanto se habla. Según Larissa Adeler y Ana Melnick la DC,
y en especial el Preseidente Frei Montalva “no logró conciliar los intereses del capital con los de los
desposeídos”, en Larissa, Adeler Lomnitz, Ana Melnick; “La cultura política chilena y los partidos de
centro”; Fondo de Cultura Económica; Chile, 1998; Pág 115.
57 Jocelyn-Holt, Alfredo; “Chile perplejo”. Pág. 92.
58 Correa, Figueroa, Jocelyn-Holt, Rolle, Vicuña. “Historia del siglo XX chileno”. Editorial Sudamericana,
2001.Pág. 261
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