08.05.2013 Views

Descarga Buscando a Dios

Descarga Buscando a Dios

Descarga Buscando a Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Buscando</strong> a dios<br />

cia de las dos señoras, porque veía en Valencia un símbolo de pureza y en<br />

la madre la dignidad de la madre que sabe serlo y la altivez de la castellana<br />

y condesa por añadidura; pero dijo secamente el propósito de su visita y<br />

comprendió que había hecho bien por la exclamación y estupefacción de las<br />

dos mujeres; pero Doña Elvira, reponiéndose pronto, hizo como que no le<br />

importaba, y Juanucho se vio obligado a decir: Duéleme señora haber venido<br />

en momento tan inoportuno; pero nosotros los soldados, no disponemos de<br />

mucho tiempo libre, ni en las horas de visitas.<br />

No he de repetiros —contestó fríamente la condesa— cuán satisfecha<br />

estoy de que se halle ahora en mi casa persona a quién me obliga caballerosamente;<br />

pero no por ello debo dejar de advertiros que efectivamente, no es<br />

esta la hora más a propósito para visitas. Luego tomando una bolsa llena de<br />

oro en tanto que acompañaba al capitán hacía la puerta, dijo ofreciéndosela:<br />

No intento pagar el servicio que me prestasteis, pues pertenece al género de<br />

aquellos que con nada del mundo se paga; mas os lo doy solamente, para<br />

que no divulguéis la buena acción que habéis realizado.<br />

— ¡Señora! —contestóle altivamente el capitán dando un paso<br />

atrás— no he venido a eso. En cuanto al secreto, debe bastaros mi palabra<br />

de honor, y ¡vive <strong>Dios</strong>! que jamás falto a ella. Si pretendéis, por medio del<br />

oro, privaros de las visitas de un inoportuno, no es menester tanto. Bástame<br />

la intención y podéis estar segura que desde hoy el capitán Juanucho, no<br />

volverá jamás a pisar los umbrales de esta casa.<br />

Al oírle expresar de esta suerte, Valencia imaginóse en aquel soldado<br />

un héroe legendario de nobleza no confundible con la clase de soldados que<br />

en aquella época llenaban la Italia, fue un relámpago aquel pensamiento y,<br />

mitad confusa, mitad deseosa de trocar todo disgusto en armonía y amistad,<br />

quiso entrometerse en el diálogo y rogar al capitán que no recibiese como<br />

insulto lo que su madre creía recompensa al servicio prestado. Doña Elvira,<br />

empero, seguía en su rudeza e interrumpió a la hija.<br />

—Ya sabe —dijo— qué cosa es un soldado. La posición falsa de dos<br />

mujeres perseguidas y obligadas a ocultarse vale mucho para él, más que el<br />

oro. Mas un hombre de honor como os preciáis de ser, no debe abusar de la<br />

imprudencia de una chiquilla y de un viejo chocho.<br />

El capitán, enrojecido, enojado como si se le hubiera dirigido el mayor<br />

169

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!