08.05.2013 Views

Descarga Buscando a Dios

Descarga Buscando a Dios

Descarga Buscando a Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Joaquín Trincado<br />

mujeres? ¡No! No, yo estoy aquí aun vivo para defenderos y haceros feliz...<br />

Y no necesitáis mi perdón. Abandonad todo temor... Sois aún mí Valencia.<br />

Intentó tomarle de una mano y ella lo rechazó diciendo:<br />

—os admiro, Juanucho, pero es imposible; acordaos que seré madre...<br />

Una nueva pausa se sucedió a estas palabras y por más que Juanucho<br />

quisiera ser justo, sentía repugnancia ante la idea de que aquella mujer<br />

llevaba en sus entrañas un ser engendrado por su mismo padre; pero al fin,<br />

venciéndose a sí mismo, aquel gran corazón dijo:<br />

.—Y bien. ¿Qué culpa tiene ese inocente? Sed justa. Yo lo amaré como<br />

cosa nuestra y la adoptaré por hijo.<br />

Valencia, admirada de la respuesta, dio un paso atrás y dijo: ¡No,<br />

Juanucho! Confieso que nunca había conocido vuestra bondad mejor que<br />

ahora, y por eso, porque os amo, os juro que nadie más oirá esta palabra de<br />

mi boca. No debo haceros mi esposo.<br />

—Pues bien, Valencia: procuremos olvidar tantos sinsabores y vivamos<br />

como hermanos. ¿Me aceptas como hermano?<br />

—La joven que no esperaba esta nueva prueba, pues cualquier hombre<br />

se habría separado de su lado, rompió en amargos sollozos y se echó en<br />

brazos del condestable, sin poder articular palabra.<br />

El doctor había visto y oído la escena y conmovido corrió y abrazando<br />

a los dos, exclamó: ¡Ea, basta de lágrimas! Yo soy vuestro padre. ¿Me<br />

recibís como hijos? Y se confundieron en un solo abrazo ofreciendo al cielo<br />

en aquella escena, el cuadro más sublime de amor, coronado del máximo<br />

dolor y sacrificios.<br />

Pasó algún tiempo, durante el cual, nació un niño que murió a los<br />

pocos días.<br />

Juanucho, no pudo hasta entonces hacer mudar de opinión a Valencia,<br />

y el doctor, un día, tomando a Valencia, la reconvino haciéndole presente que<br />

martirizaba horriblemente al hombre que tanto había sufrido por ella y que<br />

era más santo que toda la corte celestial; y que si no lo ataba por el deber del<br />

matrimonio, podía llegar un día a cansarse... y esto sería horrible... porque<br />

yo soy viejo y no he de vivir más que vos. ¿Qué haréis después?<br />

Valencia a tantas razones y súplicas accedió y llamando el doctor a<br />

Juanucho, oyó de boca de Valencia, «que al día siguiente de la muerte de su<br />

248

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!