08.05.2013 Views

Descarga Buscando a Dios

Descarga Buscando a Dios

Descarga Buscando a Dios

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Joaquín Trincado<br />

insulto, palideció hasta quedar su cara blanca completamente y encarándose<br />

con la dama exclamó: No; no dejaré insultarme más, señora. Si en vez de<br />

mujer hubieráis sido hombre, acero en mano os pediría cuentas de estas<br />

palabras. No; no podía esperar de vos semejante acogida. Debo advertiros,<br />

no obstante vuestra conducta, que viváis prevenidas, vuestros perseguidores<br />

son poderosos, y si un día u otro necesitáis mi auxilio, os acordéis de mí,<br />

que no será tardío mi brazo en socorreros. Y cuando esto ocurra, vos misma<br />

me vindicaréis... Sabed, señoras, que hoy como ayer y siempre, mi espada<br />

está a vuestras órdenes.<br />

Y dicho esto, hizo una ligera inclinación y dirigióse hacia la puerta. Iba<br />

a salir ya, cuando rompiendo el glacial silencio que siguió a las anteriores<br />

palabras, Valencia dijo: capitán, detenéos un momento... Doña Elvira, ante la<br />

contestación del soldado, quedó estupefacta. Presumió que su poca experiencia<br />

la había engañado probablemente, haciéndole creer que todos los hombres<br />

habían nacido a imagen de Rodrigo Borgia. El honor y la generosidad de<br />

Juanucho, habíanla sorprendido. Habituada a mirar desde lo alto los marciales<br />

uniformes conque los poderosos de la época vestían a sus sicarios, había<br />

confundido al capitán con uno de tantos esbirros, quien al decir la verdad,<br />

era una verdadera rareza. En el fondo de su conciencia, conservaba Doña<br />

Elvira el sentimiento de la justicia y dolíase del daño hecho, pero su orgullo<br />

impedíala reparar el mal causado. Por su gusto, de otro modo procediera;<br />

pero a su juicio, retirar una sola de sus palabras dichas a un soldado, fuera<br />

igual a perder el decoro. Si el capitán hubiese podido penetrar en su ánimo,<br />

se hubiera dado cuenta del cambio de opinión que en la hermosa dama se<br />

operó, pero darlo a entender, equivalía para ella a la deshonra.<br />

Valencia, sentía en parte los prejuicios de la época y de su madre; pero<br />

no tenía tantas razones para desconfiar de los hombres; además, parecíale<br />

excesiva la dureza de tratar así a un hombre a quien debía la salvación en un<br />

trance que su instinto le hacía adivinar peligrosísimo. A su edad y habiendo<br />

vivido siempre encerrada entre las cuatro paredes de su casa, no podía<br />

precisar qué cosa entendía por honor, pero su espíritu femenino, sagaz por<br />

propia naturaleza, hacíale conocer involuntariamente, la verdad.<br />

Y observando la lucha interior que el ánimo de su madre sostenía,<br />

deseando dar a ésta, ocasión propicia para mostrar su equitativo juicio, fue<br />

cuando llamó al capitán.<br />

170

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!