ABRIR CAPÍTULO IV. - Universidad Complutense

La cuestión irlandesa en la política internacional de Felipe II
certificaban que el mercader era buen cristiano y estaba obligado a hacer esas gestiones
mercantiles, pues de otra forma no le dejarían entrar en Irlanda y que, en cualquier caso,
ellos responderían de é1146.
Finalmente partió de Lisboa y en pocos días llegó al puerto de Kinsale, donde
después de hacer las mayores averiguaciones posibles partió de nuevo para Lisboa. Las
noticias llegaron pronto al Consejo de Guerra. No eran nada favorables. Advertía que se
habla topado con un barco inglés de 200 toneladas con 180 hombres que le robaron parte
de sus mercancías. Pudo averiguar que de diversos puertos de Inglaterra hablan salido
unos 60 barcos “a robar en la costa de España” y que en Plymuth habla 20 naves.
Por otra parte, decía que el virrey de Irlanda habla ido a la parte norte de la isla para atacar
a unos “grandes personajes” de la armada de Felipe II que allí se hablan perdido. Por
último, decía que en Inglaterra habían impreso un libro narrando cómo fue la jornada,
donde decían que hablan hundido 23 barcos de la armada “desde que entró por el
Canal hasta que volvió a España”’ 47.
Para neutralizar a los espías ingleses, los diversos corregidores sabían que ante
cualquier sospecha debían enviar un informe al Consejo de Guerra. Un ejemplo
representativo es el sucedido en Santander. Andrés de Alva recibió una relación de cienos
espías que operaban en aquella ciudad. Inmediatamente escribió al corregidor para darle
datos. Por avisos de San Juan de Luz se sabia que el inglés Roger Johns y el escocés
Cristopher eran espias. Ordenó al corregidor que con mucha disimulación se informara de
cómo se conducían todos los ingleses que allí residían, en especial de estos dos, si vivían
católicamente o no, si estaban casados o solteros, con quiénes se comunicaban, “y todas
las demás cosas que conviene saber para que se pueda dar el remedio
necesario en esto”. Si resultaban casados debían separarse de sus mujeres
prudencialmente, pero si estaban solteros serían expulsados del reino148.
146 AOS. O. A. 228, 12. Francisco Duarte a Felipe II, Lisboa, 31 diciembre 1588.
147 AGS. O. A. 244, 308. “Relación de lo que refiere Thomas Walch, que partió de Kinsale en
Irlanda a los 9 de enero 1589”.
148 AOS. O. A. 245, 63. La villa de Santander, 24enero 1589.
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