ABRIR CAPÍTULO IV. - Universidad Complutense

La cuestión irlandesa en la política internacional de Felipe II
características esenciales eran: “todos son muy cathólicos y muy aficionados al
rey N. S., y guerrean por la religión”. Pedían una ayuda importante en el píazo de
dos meses. Estaban ciertos que con 2.000 soldados españoles podían dominar todo el
reino
18. Felipe II les animó en la lucha, que pelearan como valerosos católicos y que
recibirían la ayuda. Pelearon, pero la ayuda no llegaba’9.
En Irlanda seguían operantes dos grupos claramente diferenciados: los viejos
ingleses o “civiles” y los tipicamente irlandeses o “salvajes”. En febrero de 1595,
O’Neill había iniciado la guerra contro los ingleses. Sus fuerzas eran muy considerables.
En ese mismo momento un contingente inglés comandado por Henry Norris acudía a
Waterford para sofocar la rebelión iniciada por O’Neill. O’Donnell, Maguire y
MacWifliam Burke. Buena parte de los rebeldes se preparaban para el ataque. Pidieron a
Felipe II su ayuda para dominar la isla. Solicitaron que les enviara al archiduque Alberto
para que fuera el príncipe de Irlanda. O’Neill y O’Donnell escribieron al príncipe Felipe
para que intercediera ante su padre. El regimiento inglés comando por Henry Norris llegó
a Waterford a finales de marzo de 1595, pero los soldados se negaron a ir a Wicklow,
rehusaban el combate. Los insurrectos se crecieron: O’Donnell, Magulir y Cormac
ONeill recuperaron Enniskillen. Armagh quedaba completamente fortalecida. Los
ejércitos se encontraron en Blackwater. Los ingleses hicieron prisionero al sacerdote Piers
Otullen de Cloger, que habla regresado a Irlanda después de tres años de estancia en
España.
El obispo de Killaloe en el exilio, Cornelio Ryan, residía en Lisboa. En 1595 había
pedido al papa Clemente VIII que declarara por bula la separación del reino de Irlanda del
de Inglaterra -según había concedido Adriano IV a Enrique II- para poder de verdad
emprender desde España con el apoyo de los irlandeses la reconquista del reino. El papa
Adriano 1V-único papa inglés-, por la bula “Laudabiliter”, había entregado la isla en
1171 a Enrique II, pidiéndole que restableciera el orden, los derechos de la Iglesia y el
18 AOS. E. 702. Don Ouilíén de San Clemente a Martín de Idiáquez, Praga, 18julio 1595.
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