ABRIR CAPÍTULO IV. - Universidad Complutense

La cuestión irlandesa en la política internacional de Felipe fi
dinero, de suerte que todavía se puede leer en la minuta: “de la cifra se quitó lo
rayado, mudando del todo los caracteres de manera que no se pudiesse
leer” 47. A cambio de entregar el dinero antes de la ejecución de la empresa, el rey
admitida entregar a la Sede Apostólica los antiguos tributos que tenían antes de que
Enrique VIII apostatara. Era un peliagudo tema, pues no se consiguió en 1554 con la
restauración católica, pero “pareze a 5. Mjustísimo”48.
Mientras, en España los ministros de Felipe II trataban de convencer al nuncio que
el rey no queda en absoluto la empresa de Inglaterra, y que sólo lo hacia por servicio de
Dios y porque lo pedía el papa. Con esta críptica medida de presión se pretendía sacar más
dinero del papa, pero el rey empezaba a estar confuso con respecto a las cifras,
especialmene acerca de una cláusula: en el caso de que no se efectuara la empresa el rey
devolverla 500.000 escudos anticipados por el papa. En la carta de Olivares al rey parecía
que Felipe II pedía un millón y medio, pero se incluía la misma cláusula. Estos datos no
encajaban con lo que en un primer momento pensó Felipe II. Por este motivo, el rey
aturdido y falto de memoria escribió para Idiáquez en el dorso de la minuta que con
respecto a esa cifra y a esa cláusula: “¡creisme que ésta que no se me acuerda!
Será bien que redactéis ese capítulo que no entiendo bien y lo que se
responderá a él [conde de Olivares]”.
Es decir, entre Idiáquez, Olivares y el rey no había un buen entendimiento con
respecto a la cantidad que el papa debían entregar y en qué momento. Para colmo, el
prudentisimo y normalmente nada desmomoriado rey no se acordaba. ¿Dónde tenía sus
47 AGS. E. 947, 110. Felipe II a Olivares, San Lorenzo, 22 julio 1586. “... yo sé lo que me
conviene, y conozco el sitio de Inglaterra; y entiendo lo que a muchos pesada de ver la mudar estado,
porque el celo de la Christiandad y de ver cathólico aquel reyno no es tanto de franceses y otros, que no
pessen con ellos otros respectos, que estoy más obligado a acabar de assegurar mis estados y cosas propias
que a emprender las agenas, que para mí y mis reynos y súbditos basta echar tales armadas en la mar
(como ya se ha comen~ado y pla9iendo a Dios se hará) que la limpien de corsarios, y amparen lo de las
Indias y asseguren la navegación de las Ilotas que van y vienen, y el tesoro que de allá se trae, y el
comercio de mis súbditos, lo qual todo sin mucha costa se puede hazer y alcan~ar”.
48 AGS. E. 947, 112. “Sumario de lo que 5. M replica a lo que el conde de Olvares escrivió en 24
de febrero passado que havía respondido a 5. 5 por escrito y de palabra a las amonestaciones que de parte de
5. B. se le havían hecho para que se encargase de la reducción del reyno de Inglaterra”. “... que la Sede
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