ABRIR CAPÍTULO IV. - Universidad Complutense

La cuestión irlandesa en la política internacional de Felipe II
a quien lo ocupara. La empresa se haría bajo la bandera de la Santa Sede y del rey
católico, pues Felipe II seguía teniendo la legítima posesión del reino. Asimismo
argumentó que Isabel 1 estaba de hecho haciendo la guerra contra España.
Felipe II se excusó por los problemas de Flandes, las diferentes rebeliones en los
Países Bajos. Además los franceses y los turcos le impedían tener ocasión de poder atacar
Inglaterra. Por tanto, el rey dejó el asunto para tiempos más propicios. El papa no desistió
sino que pidió a don Juan de Austria que desde Flandes procurara la invasión. Se haría
bajo estandarte de la Sede Apostólica y con su ayuda económica. Las presiones de
franceses y las precauciones de Isabel 1, junto con la consecución de la paz en Pandes
impidieron la empresa.
El papa envió a Felipe Sega a Flandes para preparar con don Juan de Austria la
jornada. Una vez lograda de nuevo la paz en Flandes, Sega intentó que se retomaran los
planes de conquista, pero ya no se daban las oportunidades militares, pues una de las
consecuencias de la paz era licenciar el ejército. Sega fue destinado aEspaña como nuncio
con instrucción panicular de conseguir la empresa. Gregorio XIII le ordenaba que en
España aprovechara la coyuntura del ejército formado por Felipe U de italianos, españoles
y alemanes. Sega ofreció a Felipe lIla remisión del secuestro de los frutos de la sede
episcopal de Toledo y la próroga del subsidio, excusado y cmzada, que precisamente en
aquel tiempo terminaba la primera concesión; todo lo cual importaba al año 1.600.000
ducados. Además, se añadirían 400.000 escudos de nuevo subsidio sobre el clero de
España y otros 300.000 que el mismo papa entregaría en dos años, siempre que la
empresa tuviera éxito.
Al mismo tiempo Gregorio XIII persuadía también al rey don Sebastián cuando éste
hacia los preparativos de Africa. El capitán Stucley con 600 infantes fue enviado por el
papa a Lisboa parajuntarse a las fuerzas de don Sebastián e invadir Irlanda con la ayuda
de los católicos de la isla, pero don Sebastián convenció a Stucley para ir ambos a Africa.
El ejército del rey don Sebastián fue vencido. Murió el propio rey junto con Stucley y la
mayor parte de su gente, quedando los otros prisioneros.
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