ABRIR CAPÍTULO IV. - Universidad Complutense

La cuestión irlandesa en la política internacional de Felipe II
de 1536 para buscar nuevos caminos de lucha contra el “thirano infiel”.
Superado el problema francés en Cateau-Cambrésis en 1559 y con los nuevos
ímpetus de lucha de Felipe II contra los enclaves turco-berberiscos, se reactivó el
profetismo mesiánico. Con ocasión de la victoria de Lepanto el mesianismo llegó incluso
a la Santa Sede. Las profecias a propósito del Nuevo Mundo se trasladaron hacia el
Mediterranéo, augurando la toma de Constantinopla y Jerusalén’ 02.
Uno de los excombatientes de Lepanto, un simple soldado, figura genial cual
Cervantes, nos dejó escrito -casi veinte años después de los acontecimientos- una
descripción que engloba el mesianismo y la escatología’03. En las instrucciones entregadas
al cardenal legado Alejandrino sobre cómo convencer a don Sebastián para que se
adhiriera a la Liga Santa se incide en un aspecto fundamental: el de reconquistar los
lugares santos y liberar el sepulcro del Señor. Justo antes de partir para Portugal, el
legado participó en Madrid en una solemne ceremonia para dar gracias a Dios por la
victoria de Lepanto. En ella no dudó el nepote de Pío V en recordar las extraordinarias
hazañas de los Reyes Católicos al acabar con los moros de Granada, relacionando así los
dos acontecimientos bajo un mismo aspecto, el de la Cruzada’04. Por otro lado, todas las
cancillerías estaban pendientes del embarazo de la reina, como la de Sauli, que
comunicaba a Génova que la reina había entrado en los nueve meses, así que no tardaría
en dar a luz. Deseaba que fuera varón conforme a la necesidad y deseos de los reinos
hispanos y de toda la Cristiandad. Lepanto y el nuevo príncipe aparecían como dos
Espíritu que sucedería a la de Jesucristo rompión con la tradición con el espíritu profético, cayendo así en
un cierto anticristianismo..
102 Dos artículos que centran el tema en GARCÍA HERNÁN, E.: “Pío V y el mesianismo profético’,
en Hispania Sacra 45 (1993) pp. 83-102. PíERozzI, L.: “La vittoria di Lepanto nell’escatologia e nella
pofezia”, en Rinascimento 34(1994) pp. 3 17-363.
103 Miguel de CERvANTES SAAVEDRA, en el prólogo a la II parte del Quijote dice de Lepanto: “la
más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”. En la 1 parte.
cap. 39, dice: ‘Y. aquel día, que fue para la Cristiandad tan dichoso, porque en él se desengailó el mundo y
todas las naciones del error en que estaban, creyendo que los turcos eran invencibles por mar, en aquel día,
digo, donde quedé el orgullo y soberbia otomana quebrantada, entre tantos venturosos como allí hubo
(porque más ventura tuvieron los cristianos que allí murieron que los vivos y vencedores quedaron)..”.
104 ASV. Fondo Pm, 15, 97. Venturini. ‘Y. fu cantato un motetto della Beata Vergine eL il
salmo Domine in virtute tua e poi il legato in piedi disse alcune preci cantate giá in tempo di papa
Innocenzo VIII en una vittoria ottenuta contra i morí di Granata..
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