El faro de Alejandria.qxd - Telefonica.net
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¿Casualidad?.<br />
Después <strong>de</strong> semejante currículum no es <strong>de</strong> extrañar la polémica<br />
que se mantuvo durante siglos y que frenó su subida a los altares,<br />
<strong>de</strong>biendo conformarse sus partidarios, sobre todo en Cataluña y<br />
Baleares, con su beatificación.<br />
De hecho, el <strong>de</strong>bate sobre Llull, más allá <strong>de</strong> lo religioso, alcanzó<br />
a lo filosófico y también a lo político, puesto que lo primero informa<br />
a lo segundo, cuando el establishment elabora, lo que la escuela <strong>de</strong><br />
Frankfurt <strong>de</strong>nomina "Discurso <strong>de</strong> Valores Dominantes".<br />
Así pues, la figura <strong>de</strong>l Llull más heterodoxo fue incluida por los<br />
racionalistas en su lista negra, como lo fue todo lo esotérico, lo mágico<br />
y todo aquello que no se ajustaba a lo que los acérrimos partidarios<br />
<strong>de</strong> esta filosofía, que continua dominando Occi<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>nominan<br />
la esfera <strong>de</strong> la razón, aunque ésta, la razón, no sea en <strong>de</strong>finitiva una<br />
esfera, sino tan solo un hemisferio.<br />
Precisamente racionalista era la dinastía borbónica que se instaló<br />
en España a partir <strong>de</strong> 1700 en la persona <strong>de</strong> Felipe V, que pronto<br />
implantó en nuestro país el centralismo francés, puro y duro, tan diferente<br />
a aquella monarquía cuasi fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> los Austrias. Y, como<br />
racionalistas, los nuevos gobernantes no podían ver con buenos ojos<br />
la figura <strong>de</strong> un Raimón Llull, sobre todo en su versión alquimista,<br />
mágica, esotérica, y a quien, por tanto, se incluyó en el índice <strong>de</strong> lo<br />
supersticioso, enfrentado a lo racional.<br />
A<strong>de</strong>más olía <strong>de</strong>masiado a periférico, a mediterráneo, a balear.<br />
Pero: ¿quién se encargó <strong>de</strong> anatematizar al beato? ¿quién iba a<br />
ser? el propagandista semi-oficial <strong>de</strong>l Régimen, el padre Benito<br />
Jerónimo Feijoo, quien escribió en una <strong>de</strong> sus Cartas Eruditas: "Sobre<br />
la arte <strong>de</strong> Raimundo Lulio", criticando su Ars Magna, una <strong>de</strong> las obras<br />
polémicas <strong>de</strong>l filósofo mallorquín.<br />
Significativamente al padre Feijoo, verda<strong>de</strong>ro prece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l articulista<br />
periodístico mo<strong>de</strong>rno y representante <strong>de</strong>l pensamiento racionalista<br />
<strong>de</strong>l nuevo Régimen, le publicaba sus trabajos (Teatro Crítico<br />
Universal y Cartas Eruditas) la semi-oficial imprenta <strong>de</strong> la Gaceta <strong>de</strong><br />
Madrid.<br />
No es extraño, pues, que nada más llegar a Menorca, el obispo<br />
Juano, que había frecuentado los círculos intelectuales <strong>de</strong> la capital<br />
<strong>de</strong> España antes <strong>de</strong> ser investido, <strong>de</strong>cidiera, interpretando claramente<br />
la doctrina oficial, acabar <strong>de</strong> un plumazo con cualquier vestigio <strong>de</strong><br />
heterodoxia o <strong>de</strong> localismo.<br />
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