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que tome en cuenta las propiedades emergentes generadas a partir<br />
de las variables olvidadas y sobre todo, las interacciones entre los<br />
elementos simples que constituyen un fenómeno. Las relaciones<br />
interdependientes son imposibles de explicar a través de las características<br />
individuales de los elementos más simples.<br />
Complejidad: Principio dialógico de la recursividad organizacional<br />
y hologramático<br />
A primera vista la complejidad es un tejido (complexus: lo que<br />
está tejido en conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente<br />
asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple, del<br />
orden y el desorden. Al mirar con más atención, la complejidad es,<br />
efectivamente, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones<br />
y determinaciones, que constituyen nuestro mundo fenoménico.<br />
Así es que la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de<br />
lo enredado, lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre...<br />
De allí la necesidad, del conocimiento, de poner orden en<br />
los fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es<br />
decir, de seleccionar los elementos de orden y certidumbre, quitar<br />
ambigüedad, clarificar, distinguir, jerarquizar, organizar... Pero tales<br />
operaciones, necesarias para la inteligibilidad, han generado una<br />
miopía al eliminar los otros caracteres de lo complejo.<br />
El pensamiento complejo integra, lo más posible, ideas simples<br />
pero descarta el reduccionismo, las ideas únicas; por el contrario aspira<br />
a explicaciones multidimensionales y acepta la contradicción.<br />
La ciencia clásica separa los objetos del sujeto y entonces pueden<br />
ser observables; la complejidad considera que sujeto y objeto son<br />
inseparables y se autoorganizan.<br />
Morin (op. cit.) cita tres principios que pueden ayudarnos a pensar<br />
la complejidad. El primero de ellos es el dialógico que nos permite<br />
mantener la dualidad en el seno de la unidad. Asocia dos términos<br />
a la vez complementarios y antagonistas; por ejemplo, el fenómeno<br />
de la adicción a las drogas puede explicarse como un acto autodestructivo<br />
y también como un intento del consumidor de ser autónomo<br />
e independiente de sus padres. Ambos conceptos o explicaciones son<br />
antagónicas, una nos lleva en la dirección de la patología y la otra de<br />
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