GUERRA DOMESTICA - Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia

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de “La Unión” pase desde luego a Sicasica, para cubrir aquel punto
interesante y que Lanza no interrumpa las comunicaciones y giro de
particulares; que en la villa quede de guarnición el batallón “Chichas”
y de comandante militar el teniente coronel Medinaceli, y con el
comando político, el alcalde de primer voto, cumpliéndose en lo
demás mis órdenes de 10 de enero; y debiendo V. S. presentarse en
esta capital, así como La Hera, para que formándose las
informaciones correspondientes, pueda esta superioridad hacer
justicia a quien la tenga, pues un asunto tan escandaloso y
perjudicial al orden público, no puede quedar sin este requisito que la
ley previene. El mando de las tropas situadas en Chichas lo
entregará V. S. al coronel Marquiegui y no habiendo recelo por ahora
de las provincias da abajo, no hay necesidad de más tropas. Por el
conducto de este espero que V. S. me conteste sencilla y
claramente, pues de cuantos perjuicios y males puedan resultar, por
no proceder V. S. como las leyes de la razón y la tranquilidad pública
exigen, será responsable ante Dios, a la nación, y al rey. Dios guarde
a V. S. La Serna”. 6
El general Olañeta lejos de acatar las órdenes del virrey, se
apoderó del gobierno de las provincias y expulsó de la de Potosí al
general La Hera y titulándose: “Capitán General de las provincias del
río de La Plata y Superintendente ele la real hacienda, correos, etc.,
etc., promovió a tenientes coroneles, mayores de caballería y otros
grados, a muchos militares y entre estos a don Felipe Marquiegui y
don Benito Masías sus cuñados; nombró gobernador y presidente de
la real audiencia de Charcas al coronel don Guillermo Marquiegui,
gobernador de Tarija a su hermano el coronel don Gaspar Olañeta y
eligió de su secretario privado a su sobrino Casimiro Olañeta, uno de
los demagogos de más fama y que tenía sobrado ascendiente en el
general, quien en seguida dirigió esta proclama a los pueblos del
Perú”:
ii “VIVA LA RELIGION!! - OS hablo por primera vez y no dudo
que escuchéis mi voz. No acostumbro otro lenguaje que el de la
verdad y ésta constituye mi carácter. Consecuente a los principios de
la religión en que desde mi infancia he sido educado, y fiel al
soberano por inclinación y por convencimiento, ya no es posible
disimular por más tiempo la escandalosa corrupción en que algunos
novadores quieren sumergirnos. Ellos han derramado todo el veneno
6 Exposición de estos sucesos del virrey La Serna al rey de España.
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