GUERRA DOMESTICA - Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia
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ARCHIVO Y BIBLIOTECA NACIONALES DE BOLIVIA<br />
Si Olañeta se sometió a La Serna como a general en jefe, cuando<br />
fué separado <strong>de</strong>l mando su amigo el virrey Pezuela, empezó a<br />
manifestar su <strong>de</strong>scontento, tomando pretexto <strong>de</strong> la animadversión<br />
entre los oficiales y jefes venidos últimamente con La Serna y los que<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio servían a sus ór<strong>de</strong>nes, y en lugar <strong>de</strong> aplacar este<br />
<strong>de</strong>scontento, trató <strong>de</strong> darle pábulo, poniéndose al frente <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>scontentos.<br />
Los amigos <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, aquellos que cansados <strong>de</strong>l yugo<br />
colonial trataban <strong>de</strong> sacudirlo, ro<strong>de</strong>aron al general Olañeta<br />
aconsejándole no se <strong>de</strong>jase sojuzgar por los mazones y liberales que<br />
formaban el círculo <strong>de</strong> La Serna y Canterac, y encontraron en el<br />
fanatismo <strong>de</strong> Olañeta y en su entrañable amor al altar y al trono, un<br />
filón que explotaron con habilidad y astucia sorpren<strong>de</strong>ntes. Ellos que<br />
eran <strong>de</strong> principios verda<strong>de</strong>ramente liberales, que anhelaban la<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l suelo altoperuano, que odiaban al rey absoluto,<br />
encarnación <strong>de</strong>l atraso y el oscurantismo, y comprendían que la<br />
<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su país en que lo habían sumido los absolutistas y la<br />
clerigalla, que se apo<strong>de</strong>raron <strong>de</strong> estos lugares y que los explotaban y<br />
aniquilaban por medio <strong>de</strong>l fanatismo religioso, que fué el padre <strong>de</strong> la<br />
ignorancia y <strong>de</strong> la ruina <strong>de</strong> esta nación, como llevamos dicho, ro<strong>de</strong>ó<br />
al general Olañeta, haciéndose en la apariencia más absolutista y<br />
más frailuno que él, llevando con disimulo y maña su gran obra: la<br />
re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong>l alto Perú.<br />
Por esta gran i<strong>de</strong>a se habían sacrificado centenares <strong>de</strong> patriotas;<br />
había corrido la sangre en los cadalzos; las poblaciones habían<br />
chispeado incendiadas y sus habitantes, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> saqueados,<br />
habían sido pasados a <strong>de</strong>güello. Esa era la historia <strong>de</strong>l alto Perú y<br />
sus hijos no podían sacudir sus ca<strong>de</strong>nas, no podían in<strong>de</strong>pendizarse,<br />
ser libres y gozar <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y prerrogativas <strong>de</strong> los pueblos que<br />
lo son. Estaban agotadas sus energías, sus ca<strong>de</strong>nas eran muy<br />
sólidas y resistentes para romperse; mil veces lo habían intentado y<br />
siempre habían sucumbido en la <strong>de</strong>manda, sus enemigos eran muy<br />
fuertes y siempre quedaban <strong>de</strong>strozados y a merced <strong>de</strong> sus<br />
verdugos. ¡Olañeta fué uno <strong>de</strong> ellos! Pocos jefes hubieron más<br />
adictos al modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> los Goyeneches, Ramírez y Pezuela como<br />
don Pedro Antonio. Tirano por organización, se asimiló a la tiranía.<br />
Déspota por convencimiento, amó al absolutismo que era el summun<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>spotismo.<br />
En Guaqui y Amiraya luchó por la causa <strong>de</strong>l rey asistió al martirio<br />
<strong>de</strong> Cochabamba a lado <strong>de</strong>l infernal Goyeneche.<br />
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