GUERRA DOMESTICA - Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia
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<strong>GUERRA</strong> <strong>DOMESTICA</strong><br />
verda<strong>de</strong>ra rabia y las tropas hicieron prodigios <strong>de</strong> valor, luchando<br />
cuerpo a cuerpo y ensangrentando sus bayonetas al grito <strong>de</strong> “Viva el<br />
Rey” por el que ambos se <strong>de</strong>strozaban.<br />
Si el ataque <strong>de</strong> Barbarucho hubiera persistido por la <strong>de</strong>recha y no<br />
se hubiese inclinado al centro, talvez hubiera logrado su atrevido<br />
intento, pero una vez que atacó por terreno plano fué envuelto por la<br />
caballería mandada por el brigadier don Valentín Ferraz, que lo<br />
acuchilló terriblemente; solo 40 o 50 individuos montados salvaron <strong>de</strong><br />
la espantosa catástrofe.<br />
Completa fué la victoria <strong>de</strong>l general Val<strong>de</strong>z, pero la compró muy<br />
cara y a costa <strong>de</strong> preciosas existencias, entre ellas la <strong>de</strong>l brigadier<br />
don Cayetano Ameller, distinguidísimo jefe, el más firme apoyo <strong>de</strong>l<br />
general, comandante <strong>de</strong>l regimiento “Gerona”; y <strong>de</strong> otros distinguidos<br />
oficiales.<br />
Más <strong>de</strong> trescientos muertos <strong>de</strong> tropa y veintidos oficiales<br />
perdieron los disi<strong>de</strong>ntes en esa terrible jornada; todos los <strong>de</strong>más<br />
estaban prisioneros, entre ellos el mismo coronel Barbarucho, quien<br />
fué presentado al general Val<strong>de</strong>z, que lo trató con perfecta cortesía.<br />
Todos creyeron que iba a or<strong>de</strong>nar fuese pasado por las armas,<br />
acordándose <strong>de</strong>l episodio <strong>de</strong> Tarabuquillo, don<strong>de</strong> Barbarucho mandó<br />
hacer fuego a quema ropa sobre él; pero quedaron sorprendidos <strong>de</strong><br />
la cortesía y hasta emoción conque trató á su furioso enemigo.<br />
También mandó que los heridos <strong>de</strong>l ejército disi<strong>de</strong>nte fueran curados<br />
con el mismo esmero que los suyos, a pesar <strong>de</strong> que le habían sido<br />
comunicadas ór<strong>de</strong>nes superiores prescribiendo la pronta aplicación<br />
<strong>de</strong> la pena capital sobre cuantos rebel<strong>de</strong>s cayesen a sus manos.<br />
En seguida mandó a los enfermos, heridos y prisioneros a Potosí<br />
y <strong>de</strong>jando el grueso <strong>de</strong> sus tropas en Puna; pasó a Chuquisaca<br />
llevando solo 300 infantes y 160 caballos, cuya fuerza reunida con la<br />
que tenía el brigadier Vigil, la encontraba suficiente para reducir y<br />
hacer entrar en or<strong>de</strong>n al brigadier Aguilera. Las tropas <strong>de</strong> Puna<br />
quedaron a ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l brigadier Ferraz.<br />
Afirma un historiador español 17 que los oficiales que en Cinti<br />
acompañaban al general Olañeta, que se había allí situado <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Tarija, propusieron secretamente al<br />
brigadier Ferraz entregar a su jefe, tan pronto como tuvieron noticia<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> La Lava, pero como el brigadier Ferraz no se creyó<br />
autorizado para mover sus tropas <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> fué situado, y que<br />
era lo que solicitaron los indicados jefes, se perdió tiempo en<br />
17 Mariano Torrente - Historia <strong>de</strong> la revolución Hispano Americana - T. II - C. 22.<br />
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