GUERRA DOMESTICA - Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia
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ARCHIVO Y BIBLIOTECA NACIONALES DE BOLIVIA<br />
la llegada <strong>de</strong> Carratalá al comandante <strong>de</strong>l escuadrón <strong>de</strong> “Santa<br />
Victoria”, que lo era el coronel don Pedro Arraya, quien tenía por su<br />
segundo y tercer comandante a don Felipe Marquiegui y a don Juan<br />
Ortuño respectivamente. Arraya era chicheño, como los <strong>de</strong>más jefes<br />
oficiales soldados <strong>de</strong>l mencionado escuadrón, que constaba <strong>de</strong> 300<br />
plazas, toda gente <strong>de</strong> pelea, tenidos pos incomparables jinetes, y <strong>de</strong><br />
una audacia extraordinaria, Arraya que había servido en las filas<br />
patriotas como guerrillero, llamó la atención a los realistas<br />
poniéndolos más <strong>de</strong> una vez en serios apuros.<br />
Para que nuestros lectores conozcan lo que era capaz <strong>de</strong> hacer<br />
este jefe vamos a referir una <strong>de</strong> sus aventuras <strong>de</strong> montonero: En<br />
1818 se encontraba en Tupiza un batallón <strong>de</strong> 500 plazas, mandado<br />
por el coronel don Mariano Ricafort, notable por sus cruelda<strong>de</strong>s y<br />
odio a los patriotas.<br />
El día <strong>de</strong>l Corpus, la procesión, que era muy concurrida, llegó a<br />
la plaza <strong>de</strong> la villa, escoltada por el batallón que <strong>de</strong> gran parada<br />
solemnizaba tan magna fiesta. Repentinamente se armó en la plaza<br />
y en Cada la población un barullo inexplicable el caso fué que el<br />
guerrillero don Pedro Arraya, valiente entre los valientes en esa<br />
época <strong>de</strong> bravos, mero<strong>de</strong>ando en los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> Tupiza con 100<br />
jinetes <strong>de</strong> su partida, supuso <strong>de</strong>sprevenidos a los realistas y se le<br />
ocurrió acuchillarlos. Dejando 40 <strong>de</strong> sus jinetes en las afueras <strong>de</strong>l<br />
pueblo, con los restantes se metió en él como un tobernillo y<br />
arremetió con los soldados <strong>de</strong> Ricafort, que rodaron por el suelo<br />
atropellado por los montoneros. Pero los realistas no estaban<br />
<strong>de</strong>sprevenidos, llevaban los fusiles cargados y rehaciéndose <strong>de</strong> la<br />
sorpresa rompieron en terrible fuego contra los guerrilleros. Arraya<br />
cayó herido <strong>de</strong> un balazo, lo levantaron sus compañeros que salieron<br />
corro un huracán, auxiliados por los que los esperaban, <strong>de</strong>rribándolo<br />
todo y sembrando el terror en todas partes.<br />
Este valiente patriota tomó servicio en las tilas <strong>de</strong>l rey por una<br />
circunstancia muy especial. Cuando la invasión <strong>de</strong> La Serna en las<br />
provincias <strong>de</strong> abajo, en una <strong>de</strong> tantas correrías Arraya fué herido<br />
gravemente; cogido por los “Húsares <strong>de</strong> Fernando VII”, fué<br />
presentado al general en jefe. La Serna bondadoso y sagaz, conoció<br />
la importancia <strong>de</strong>l prisionero, al que trató con distinción e hizo curar<br />
con esmero, procurando atraerlo a su causa. Cuando lo vió can salud<br />
completa, le impuso como castigo, servir con su misma graduación<br />
militar, en la vanguardia a ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l general Olañeta, Arraya,<br />
agra<strong>de</strong>cido por las bonda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l virrey y por la manera como fué<br />
recibido y tratado por su nuevo Jefe, con quien lo ligaban antiguas<br />
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