GUERRA DOMESTICA - Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia

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GUERRA DOMESTICA El estratégico plan del general Olañeta al diseminar sus fuerzas por todas partes tuvo felices resultados; toda partida que se destacaba del grueso de las fuerzas del ejército del virrey era perdida. Olañeta rápidamente emprendió la marcha sobre valle de la Concepción, paso adelante y en las inmediaciones del a pueblo de Padcaya supo que allí estaba el comandante don Bernabé Baca con el escuadrón con que se paso a Valdez en San Lorenzo. Olañeta, tomó en Padcaya al citado escuadrón compuesto de 160 hombres, montados y bien armados de sables y carabinas, rescató las seis piezas de artillería que había perdido con más 300 fusiles y todo su parque e impedimenta. En el alto de Colnaca el capitán don Francisco CebaIlos, tomó prisioneros sesenta hombres mandados por el capitán Simón Poó y los oficiales Lucena y Lordiera. En Ramadas el comandante don Juan Ortuño, con una columna de su regimiento, tomó 120 cabezas de ganado que conducían fuerzas de infantería y caballería del campo de Valdez. El día 11 del mismo mes el cuartel del pueblo de Torata fué atacado por 60 cazadores y 30 dragones de la división del general Aguilera; esta fuerza mandada por el comandante don Francisco Muñoz, rindió la guarnición de ese pueblo, que cayó íntegra con sus comandantes los Capitanes Auñón y Guerra y abundante número de armas, municiones y cabalgaduras. Aguilera avanzó sobre Chuquisaca, pero no llegó allí y se contentó con merodear en las inmediaciones. En el pueblo de Yotala fusiló a los coroneles Ignacio Rivas, Tadeo Lezama, y al capitán Auñón el primero había sido tomado por López en La Laguna, cuando se apoderó del 2º escuadrón de “Dragones de la Frontera” que comandaba el citado jefe. Lezama merecía el odio de Aguilera por que no quiso decirle la verdad del estado y número de la guarnición de Cochabamba que mandaba el brigadier Somocurcio. El general Valdez fué exageradamente informado de los triunfos obtenidos por Aguilera en la provincia del Charcas, y con razón alarmado, resolvió replegarse sobre Potosí, base principal de sus operaciones a fin de reparar el mal que creía grande, y sobre todo temía perder su comunicación con el virrey; en consecuencia emprendió marcha sobre Potosí por el camino más corto; que es el de la posta. Pero al llegar a Cotagaita supo que era esperado por el coronel Barbarucho, posesionado en las fuertes posiciones 62
ARCHIVO Y BIBLIOTECA NACIONALES DE BOLIVIA inmediatas al citado pueblo, y que había aumentado sus tuerzas considerablemente, con los “Voluntarios de la fé”; que eran las milicias urbanas de Chichas; el batallón “Cazadores” y 100 “Dragones Americanos”, que lo esperaban en línea de batalla. Examinando el general Valdez tan formidables y bien defendidas posiciones comprendió que era antitáctico atacarlas de frente, por que su pérdida sería segura y resolvió flanquearlas, a fin de poder seguir su marcha a Potosí, mientras se verificaba el movimiento por la derecha. Para el efecto comisionó al general La Hera que con una mitad del batallón “Gerona.”, otra del “Imperial Alejandro” y cincuenta “Granaderos de caballo” de la guardia, verifique esa importante operación militar. La Hera, impetuoso y bravo como era, llevó adelante con brío su cometido, sosteniendo un porfiado combate con fuerzas desiguales, las del enemigo eran muy superiores a las suyas. De manera que fué arrollado y tuvo sensibles pérdidas, entre otras la del valeroso capitán Herrera, muchos muertos de tropa y numerosos heridos entra los que se contaba el propio La Hera que lo fué gravemente. Continuó la retirada del general Valdez los días 14, 15, y 16, durante ellos maniobró con rara habilidad y simulando internarse en el despoblado, a fin de desorientar a sus enemigos sobre el verdadero objeto de su marcha, repentinamente volvió sobre el camino real que conduce a Potosí y el día 16 acampó en la Lava, lugar situado a nueve leguas de la villa imperial. BATALLA DE LA LAVA Barbarucho, que seguía de cerca al general Valdez, llegó allí el día 17 y llevado de su ardimiento atacó temerariamente a su adversario, al rayar la aurora de ese día. La Lava es un ingenio de beneficiar metales de plata, entonces perteneciente al conde de Casa Real de moneda. En el ingenio existían grandes caserías del establecimiento y Barbarucho suponiendo que allí estaba el ejército del virrey abrigándose del frío de una helada noche de agosto, arremetió de frente la posición Barbarucho llevó el ataque por la derecha del campamento, pero no pudo forzarlo y se dirigió al centro que estaba defendido por el mismo general Valdez. No se vio en esos tiempos de combates y batallas, una más sangrienta ni más porfiada que la de La Lava; ambos jefes rivalizaban en valor y ardimiento, el furor y la obstinación de ambos acreditó su bien sentada fama. Los dos jefes buscaron la muerte con 63
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GENERAL MIGUEL RAMALLO ————
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