Cómo sobrevivir a la SGAE por Arturo Quirantes - En Cieza Digital
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80 <strong>Arturo</strong> <strong>Quirantes</strong> Sierra – <strong>Cómo</strong> <strong>sobrevivir</strong> a <strong>la</strong> <strong>SGAE</strong><br />
entendido el problema y no has entendido <strong>la</strong> tecnología. Hay personas que no<br />
parecen haberlo entendido todavía, y siguen empeñados en diseñar sistemas<br />
de gestión digital de derechos (DRM). No sé <strong>por</strong> qué lo hacen. Quizá <strong>por</strong> no<br />
dar su brazo a torcer y reconocer que los hackers (los auténticos) les han<br />
hecho morder el polvo. Puede que los fabricantes de productos DRM deseen<br />
seguir vendiendo sus productos. O tal vez, en un ejercicio de extraña lógica,<br />
estén siguiendo el precepto de “más vale ayuda menuda que ninguna”, según<br />
el cual un sistema de seguridad imperfecto es mejor que nada.<br />
A ese juego también podemos apuntarnos nosotros. Lo hacemos todos<br />
los días y <strong>por</strong> todas partes. Sabemos que roban casas o coches mucho<br />
mejores protegidos que los nuestros, pero no <strong>por</strong> eso dejamos de insta<strong>la</strong>r<br />
antirrobos o puertas blindadas. La seguridad absoluta no existe. Eso no<br />
significa que no podamos protegernos en <strong>la</strong> medida en que podemos.<br />
Protegemos nuestra casa, nuestro coche, nuestro ordenador, y lo hacemos lo<br />
mejor que sabemos. Los negocios compran cajas fuertes, los bancos<br />
disponen de cámaras acorazadas. Todos buscamos disuadir a <strong>la</strong> mayoría de<br />
los atacantes. Por supuesto, el nivel de seguridad está en función del valor de<br />
los bienes a proteger. Un banco tiene más dinero que yo, y <strong>por</strong> eso sus<br />
sistemas de seguridad son mucho mejores.<br />
<strong>En</strong> muchos casos, el propósito que nos guía a <strong>la</strong> hora de protegernos es<br />
tremendamente egoísta, como cuando compramos un sistema antirrobo para<br />
el coche. Lo que buscamos no es realmente que no roben coches, sino que no<br />
roben nuestro coche y que el <strong>la</strong>drón vaya a buscarse otra presa más fácil.<br />
Paradójicamente, también contribuimos a una mejora en <strong>la</strong> seguridad de todos,<br />
ya que cuanto más difícil sea robar coches, más tendrán que sudar los<br />
<strong>la</strong>drones para conseguirlo, quizá hasta el punto en que vean que no les<br />
compensa y se dediquen a otra cosa.<br />
Esta técnica de “seguro yo, seguros todos” se aplica en nuestra sociedad<br />
a diestro y siniestro. El hombre precavido que se ha comprado un extintor, ¿se<br />
negará a usarlo para ayudar a apagar el incendio que hay en casa del vecino?<br />
Evidentemente no, y de nuevo aparecen <strong>la</strong>s dos caras de <strong>la</strong> protección: al<br />
ayudar al vecino, también nos ayudamos a nosotros impidiendo que el fuego<br />
llegue hasta nuestra casa. Quizá el gruñón del 5ºB, con su magnífico sistema<br />
anti-incendios marca Acme, crea que se encuentra más allá de cualquier tipo<br />
de preocupación y que no necesita <strong>la</strong> ayuda ajena, pero será mejor que no<br />
desee probarlo con un incendio de verdad, no vaya a descubrir en el peor<br />
momento que su sistema no es tan fantástico como le hizo creer el vendedor.<br />
Al protegernos a título individual, contribuimos a proteger a <strong>la</strong> comunidad.<br />
Así pues, no sólo es una buena idea tomar precauciones para evitar<br />
problemas, sino que hasta cierto punto constituye un deber cívico de cara a los<br />
demás. <strong>En</strong> ningún sitio es esto más válido que en el ciberespacio, lugar<br />
creado y habitado <strong>por</strong> una pob<strong>la</strong>ción mayoritariamente altruista y generosa.<br />
Hay muchas medidas sencil<strong>la</strong>s que podemos usar en todos los ámbitos para<br />
proteger nuestro derecho a <strong>la</strong> privacidad, y <strong>por</strong> extensión, también <strong>la</strong> de los<br />
demás.