Cómo sobrevivir a la SGAE por Arturo Quirantes - En Cieza Digital
Cómo sobrevivir a la SGAE por Arturo Quirantes - En Cieza Digital
Cómo sobrevivir a la SGAE por Arturo Quirantes - En Cieza Digital
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
90 <strong>Arturo</strong> <strong>Quirantes</strong> Sierra – <strong>Cómo</strong> <strong>sobrevivir</strong> a <strong>la</strong> <strong>SGAE</strong><br />
individuos pueden ser procesador <strong>por</strong> descargas ilegales. Cuando usted se<br />
descarga material con copyright, no lo hace de forma anónima. Su dirección IP<br />
es xxx.xxx.xxx.xxx [número IP]. y ha sido archivada. Respete <strong>la</strong> música,<br />
descargue legalmente.<br />
Metamachine también aceptó tomar medidas para impedir el intercambio<br />
de archivos <strong>por</strong> usuarios que se habían descargado eDonkey previamente. Si<br />
tenemos cuenta que eDonkey era una red centralizada (es decir, los clientes<br />
se conectaban a un servidor central), podemos ir haciéndonos idea del tipo de<br />
“medidas” adoptadas <strong>por</strong> Metamachine para protegerse de demandas<br />
judiciales. <strong>En</strong> <strong>la</strong> actualidad, <strong>la</strong>s redes p2p más popu<strong>la</strong>res son de tipo<br />
descentralizado, de forma que no se puede desmontar el sistema atacando un<br />
servidor central 68 .<br />
Mientras haya un objetivo de alto valor económico, habrá gente que<br />
quiera esa información, legal o ilegalmente. Si lo intentan de modo legal, al<br />
menos podemos intentar defendernos en los tribunales. Pero si hay personas<br />
dispuestas a robar esa información, o a hackear<strong>la</strong>, o que simplemente quieran<br />
tener un Maserati más en el garaje, vamos a estar expuestos a muchos<br />
problemas. Si entre toda esa información se incluye muy c<strong>la</strong>ramente nuestras<br />
direcciones IP y qué cosas nos hemos descargado de qué sitio, a lo mejor no<br />
es base suficiente para una demanda, pero sí basta para montar una campaña<br />
de mensajes amenazadores del estilo “sabemos quién eres, dónde estás y en<br />
qué calle vives, deja de descargar pelícu<strong>la</strong>s”. Con un poco de suerte, algunos<br />
piratas pendejos caerán al suelo de rodil<strong>la</strong>s, pedirán perdón con voz<br />
temblorosa y dejarán de descargarse discos de David Bisbal.<br />
Podemos imaginarnos, visto lo visto, hasta dónde sería hipotéticamente<br />
capaz de llegar una entidad que hipotéticamente nos l<strong>la</strong>ma chorizos y<br />
<strong>la</strong>drones, y que manda gente diciendo “soy inspector y tú tantos metros, tantos<br />
euros, y si no, nos veremos en los tribunales”, ¿Qué partido le podrían sacar a<br />
un listado de datos de tráfico? Y no pensemos que se pararán en escrúpulos<br />
morales. Harán todo lo que sea necesario para mantener el flujo de pasta,<br />
digo para defender los derechos de los artistas.<br />
A no ser que lo impidamos nosotros. Debemos prepararnos para<br />
defendernos contra ellos, no sólo legalmente sino técnicamente, y no darles <strong>la</strong><br />
menor o<strong>por</strong>tunidad de que nos identifiquen, de que sepan quiénes somos o<br />
qué hacemos. Y no <strong>por</strong>que sea ilegal o no, sino <strong>por</strong>que es nuestro derecho.<br />
Cuando <strong>la</strong> Constitución nos garantiza el secreto de <strong>la</strong>s comunicaciones, se<br />
trata de un derecho básico, que so<strong>la</strong>mente puede ser vulnerado <strong>por</strong> una<br />
autoridad judicial en un caso muy justificado. No un privilegio que se nos<br />
concede graciosamente <strong>por</strong> haber sido buenos. Es algo a lo que tenemos<br />
derecho pleno, que forma parte de nosotros mismos. Si <strong>la</strong> ley no puede hacerlo<br />
con <strong>la</strong>s suficientes garantías, tendremos que protegernos nosotros.<br />
Parafraseando al Bruce Schneier de los tiempos ingenuos, hemos de recordar<br />
68 De ahí el nombre en inglés p2p = Peer to (two) peer, “colega a colega”