El espacio: De EuclÃdes a Einstein Roy McWeeny
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se denomina contracción de Lorentz. Para velocidades que son pequeñas en<br />
comparación con c (≈ 300 mil kilómetros por segundo), este efecto es muy<br />
pequeño y, por lo tanto, en la vida cotidiana no lo apreciamos. Sin embargo,<br />
en física es muy importante; medidas precisas realizadas están en perfecto<br />
acuerdo con esta predicción.<br />
Dilatación del tiempo<br />
Otra conclusión a destacar también se deriva igual de fácilmente. Un reloj que<br />
se aleje de nosotros registrará intervalos de tiempo diferentes de aquellos que<br />
muestra un reloj en reposo en nuestro sistema de referencia. Los tiempos se<br />
hacen cada vez más largos, un efecto que se denomina dilatación del tiempo.<br />
Como ya dijimos, mediamos los tiempos t y t ′ a partir del momento en el que<br />
el reloj sobre el origen del sistema de referencia 2 pasaba justamente sobre el<br />
1. Entonces establecíamos que t ′ = t = 0. Sin embargo, en relación al sistema<br />
de referencia 2, su posición a un tiempo t posterior será x = vt. <strong>De</strong> acuerdo<br />
con la última ecuación de (7.14), los tiempos que caracterizan a un mismo<br />
evento (observado por dos observadores distintos) debe estar relacionado de<br />
la siguiente forma:<br />
(<br />
t ′ = γ v t − v ) )<br />
c x = γ 2 v t<br />
(1 − v2<br />
= γ<br />
c 2 v t/γv 2 = t/γ v ,<br />
donde hemos introducido x = vt (para el reloj que está en movimiento) y<br />
hemos utilizado la definición de γ v dada en (7.13). Así,<br />
t = γ v t ′ . (7.18)<br />
En otros términos, todos los tiempos que se miden en el sistema de referencia<br />
que se está moviendo (2) tienen que multiplicarse por γ v si queremos obtener<br />
los tiempos medidos con nuestro reloj en el sistema de referencia 1. Ahora, el<br />
tiempo necesario para que algo suceda —el tiempo entre dos eventos A y B<br />
en una posición espacial dada— será T 0 = t ′ B − t′ A para un observador que se<br />
mueva con su reloj (sistema de referencia 2). Este observador denominará al<br />
tiempo que mide su “tiempo propio”, lo que conduce a algunos efectos muy<br />
extraños. Por ejemplo, si el sistema de referencia 2 regresa al origen O de<br />
la fig. 25 después de viajar alrededor del mundo, el observador del sistema<br />
de referencia 1 (que permaneció en casa con su reloj) notará que el viaje<br />
transcurrió en un tiempo T = γ v T 0 , mayor que el tiempo T 0 medido por el<br />
viajero. ¿Quién está en lo cierto? Ambos. Cada uno tiene su ‘tiempo propio’ y<br />
no debería sorprendernos que estos tiempos no concuerden. Normalmente las<br />
diferencias son muy pequeñas para que puedan ser apreciables. Sin embargo,<br />
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