informe anual integrado de la hacienda vasca euskal ...

Tras una larga etapa de expansión económica se entró con el nuevo siglo en una fase de
desaceleración, manifestándose síntomas de estancamiento, en un panorama internacional
cargado de incertidumbres e inestabilidad geopolítica. A pesar de ello, junto a la entrada del
euro y el resurgimiento de las tensiones inflacionistas, la economía vasca obtuvo unos
resultados que superaron a los cosechados por los países del entorno, generando nuevos
empleos.
Comparando la evolución de la recaudación y del PIB nominal se observa que las dos
variables siguen una senda paralela, si bien cada una de ellas alcanza su cota más elevada
en un ejercicio distinto. La recaudación lo hace en 1987, habida cuenta de la transcendencia
recaudatoria de las incidencias tributarias de ese año y el PIB nominal en 1989, ejercicio en
que tanto el PIB real como el deflactor superaron los seis puntos de variación interanual.
El mayor desfase se produce en el ejercicio 1994 como consecuencia del decalaje
natural entre el comienzo de la recuperación económica y su reflejo en la recaudación
tributaria. En el período 1998-2000 los incrementos recaudatorios vuelven a ser superiores al
incremento del PIB nominal, sin embargo en el ejercicio 2001 fueron pocas las figuras
tributarias que consiguen evolucionar al mismo ritmo al que lo hizo la economía vasca en
términos nominales. En los años siguientes recaudación y PIB nominal evolucionaron con
variaciones muy próximas.
Participación de la recaudación en el PIB
La evolución creciente de la participación de la recaudación en el PIB cambia de signo en
la primera parte de la década de los 90. Tienden a igualarse los incrementos interanuales de
la recaudación y del PIB. En 1993, por vez primera el incremento porcentual del PIB nominal
fue mayor que el incremento interanual de la recaudación por tributos concertados y en el
ejercicio 1994 decrece ligeramente la recaudación frente a un incremento del 7,4% en el PIB
nominal vasco. En 1996 los incrementos en la recaudación vuelven a superar la evolución del
PIB nominal, pasando a significar un 16,5% de éste, seis décimas más que en 1995.
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