2013-12-26_LIBRO_DondeEstaMiDinero

Y ahora, ¿qué hacemos?
Solo hablamos de dos casos en lugares muy concretos y en un lapso de tiempo
muy concreto. La lista es larguísima y crecerá en los próximos meses. El consejero,
sin embargo, sigue señalando a jubilados y enfermos como responsables,
como la causa del problema de nuestra sanidad. Por suerte, cada vez menos
gente se cree sus mentiras, y menos gente se las creerá cuanta más
información esté disponible.
2. Pasar al ataque
La segunda ventaja de conocer nuestro sistema sanitario es que, de la misma
manera que nos ayuda a no creernos las mentiras que nos venden, nos permite
poner sobre la mesa alternativas válidas, hacer propuestas para mejorarlo.
Alguien dirá: «Aunque hagas propuestas, los que mandan no escuchan». Sí, es
verdad, pero cada propuesta de mejora que seamos capaces de poner sobre la
mesa es un golpe en la base del actual sistema, es decir, a su legitimidad.
Antisistemas sanitarios y soberanía
Solo hay dos tipos de personas que pueden aceptar como válido el sistema sanitario
actual en Cataluña: los que no creen en la democracia y los que se benefician
de este sistema. En este sentido, en el ámbito de la salud, solo se
puede ser antisistema.
Es verdad que casos como los de Bagó, Prat, Manté o Crespo hacen enfadar
mucho y que hay trabajar para que se den todas las explicaciones pertinentes.
Pero dicho esto, el problema más grave no son las personas responsables de
estos escándalos, sino el sistema que los permite.
Como hemos visto a lo largo de este libro, el sistema sanitario se ha ido dotando
de un marco legal y de funcionamiento que hace imposible que el ciudadano
controle dónde va el dinero. Los casos en que se han podido documentar
abusos con dinero público no son nada al lado de los miles de millones de euros
que se gestionan opacamente con el amparo de las leyes. Ponemos dos ejemplos:
Carme Capdevila (ERC) pidió las actas de la Sindicatura de Cuentas para
saber por qué se ocultó el escandaloso Informe Crespo. No se las dieron. El
diputado Josep Vendrell (ICV-EUiA) pidió cuántos contratos recibía Bagó de la
sanidad pública. Le dijeron que no le podían contestar.
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