2013-12-26_LIBRO_DondeEstaMiDinero

¿Cómo se puede empezar a investigar?
lectura detallada de todas las intervenciones a lo largo de los años pone de manifiesto
algo muy curioso: la reacción de cada uno de los partidos se modifica
en función de si el informe hace referencia a un momento en que el partido en
cuestión estaba en la oposición o en el gobierno. Es una impresión.
¡Fiscalización, fiscalización, fiscalización!
Una vez más, estudiar los informes de la Sindicatura de Cuentas puede resultar
una poco desolador, ya que nos enseña las miserias sobre cómo se gestiona
nuestro dinero. Pero leer estos informes (y saber que existen) es siempre una
buena noticia. En primer lugar, quiere decir que esta fiscalización es útil y
permite detectar las irregularidades que se cometen. En segundo lugar, estos
informes, esta fiscalización, pueden ejercer un efecto disuasorio para los gestores
que tengan la tentación de obrar sin consideraciones.
Otra cosa que suele ocurrir cuando nos plantamos ante estos escándalos es que
siempre sale alguien y dice: «¡¿Veis como esto público es un desastre?!». Sobre
esto, solo un comentario: los desastres que tienen lugar en el sistema público
no se producen por el hecho de que sea público. Al contrario, se producen
porque no son suficientemente públicos. En un sistema transparente, donde
los ciudadanos y sus representantes tuvieran acceso a los datos, la situación
sería muy diferente.
Otro detalle que habla a favor de la fiscalización es el miedo que le tienen aquellos
que gestionan el dinero de todos. Josep María Vía es un ejemplo de ello.
Desde hace años, escribe artículos cargando contra todo tipo de fiscalización.
El pasado 11 de marzo la agencia Europa Press informaba:
Un asesor del Gobierno catalán critica que los controles a la corrupción
crean un sistema «ineficiente».
El miembro del Consejo Asesor para la Sostenibilidad y el Progreso del
Sistema Sanitario de la Generalitat y presidente del Consejo Rector del
Parque de Salud Mar de Barcelona, Josep María Vía, ha asegurado este
lunes que los controles aplicados para evitar la corrupción crean «una
administración engorrosa, sin eficiencia», y no sirven para evitar la
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