22.11.2012 Views

Caith Danser - El Laberinto De Hermes

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

UN MAL PLAN<br />

go que allí está la diferencia entre el verdadero amor y el que tú<br />

y tus amigas conocen —volví a defender una vez más mis sentimientos.<br />

—¡¡¡Pero estaba borracha, <strong>Danser</strong>!!! Todos parecen felices con<br />

cuatro litros de alcohol en la sangre. <strong>De</strong>biste haberla ayudado —<br />

comenzó a reprenderme mi amiga, acomodándose reiteradas veces<br />

su blusa escotada.<br />

Allí estaban todos subiendo finalmente al autobús. Tomé a Lisa<br />

de su cintura y, tras subir delicadamente los escalones de ese inmenso<br />

vehículo, nos colocamos a gusto en los asientos situados<br />

frente a la puerta trasera. Leslie pasó tambaleándose junto a mi<br />

hombro izquierdo mientras Altina, una de sus íntimas amigas, la<br />

sostenía con ambos brazos para que no perdiera el equilibrio. Se<br />

sentaron justamente detrás nuestro. <strong>El</strong> conductor esperó a que el<br />

resto terminara de subir al autobús y encendió finalmente el motor.<br />

Así partimos nuevamente hacia Harainay.<br />

—¡Hey! Háblenme, cuéntenme algo —exclamó Leslie, asomando<br />

su cabeza por entre nuestros asientos. Lisa y yo la observamos<br />

con cierta altivez mientras ella dejaba escapar de su boca<br />

un insoportable aroma a alcohol.<br />

—Esta chica está realmente borracha —agregué, observando<br />

a Lisa con cierta conjura. Leslie se dejó caer sobre su asiento y,<br />

carcajeando torpemente, se durmió en la posición más incómoda<br />

que jamás hubiera visto.<br />

—Déjala, <strong>Danser</strong>. Parece que la bebida le ha adormecido las<br />

pocas neuronas que tiene en funcionamiento —se burlaba Lisa.<br />

Apoyó su cabeza sobre mi hombro y se propuso a dormir lo que<br />

quedaba del viaje. «¿Por qué no podría ser Leslie la que estuviera<br />

recostada junto a mí?», osé a preguntarme. ¿Por qué comenzaba<br />

a disfrutar de esa sádica indiferencia que tanto lograba separarme<br />

de ella? Esperé a que Lisa se durmiera y la acomodé delicadamente<br />

junto la ventana; ya había perdido mi poco confort.<br />

Confirmando que aún seguía dormida, me volteé hacia mi asiento<br />

trasero para observar a Leslie en su transe nocturno; dormía<br />

como un verdadero angelito. Allí estaba frente a mis ojos, desnuda<br />

ante mi cercana perspectiva donde nadie me impediría disfrutar<br />

de su belleza. Tan dormida en las profundidades de sus<br />

311

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!