22.11.2012 Views

Caith Danser - El Laberinto De Hermes

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

UN MAL PLAN<br />

muchacho nos abrió la puerta mientras yo me quitaba la camiseta<br />

para darles un respiro a mis hombros insolados.<br />

—Pónganse cómodos, chicos. Están en su casa —nos invitaba<br />

Arbin, regresando a la cocina para servir las pizzas sobre su cama.<br />

—¿Aquí es donde comeremos? Se mancharán las sábanas con<br />

salsa de tomate —murmuré yo, mientras Frederic se tiraba sobre<br />

ella para exhumar comodidad.<br />

—Tú despreocúpate, <strong>Danser</strong>. Pondré algo de música para<br />

amenizar nuestro almuerzo —agregó Arbin, arrojando entre nosotros<br />

esa inmensa caja de cartón—. Adelante, muchachos, sírvanse<br />

unas porciones.<br />

—Gracias, amigo, está realmente deliciosa. Hey, Frederic, ¿le<br />

has contado a Arbin sobre las chicas que nadaban ayer junto a<br />

nosotros?<br />

—¡Vaya! No sabes lo que te has perdido, amigo. <strong>De</strong>biste<br />

haberlas visto con su torso al desnudo, <strong>Danser</strong> y yo no dejábamos<br />

de mirarlas —se exaltó Frederic, mientras Arbin delineaba<br />

en su mente cada relato.<br />

—Pues, a decir verdad, él las miraba más que yo —repuse,<br />

limpiándome la salsa de tomate en mi boca con una servilleta.<br />

—¡Jaja! No me caben dudas. Por cierto, chicos, Leslie está<br />

aquí en Telia. Acaba de llegar hoy con sus amigas y me ha llamado<br />

por teléfono —comentó Arbin, tomando de la caja otra<br />

porción de pizza, mientras yo me atragantaba con la que aún llevaba<br />

en mi mano. <strong>El</strong> aire comenzaba a cerrárseme inevitablemente;<br />

luchaba por creer que aquello no podía estar ocurriendo,<br />

que el eco de las coincidencias no se encontraba acechándome<br />

con tanta facilidad. Necesitaba creer que su imagen dejaría de<br />

perseguirme tarde o temprano.<br />

—¡¿Leslie está aquí?! Tiene que ser una broma. Di algo, Frederic,<br />

no te quedes allí riéndote —lo sermoneé a mi amigo,<br />

mientras este se desplomaba a carcajadas en una esquina de la<br />

habitación. Arbin observaba perplejo intentando obtener alguna<br />

pista que lo ayudara a comprender lo que ocurría.<br />

Y por fin acabamos de comer aquella pizza que, bajo el aire fresco<br />

que atinaba a colarse por las ventanas de la habitación, co-<br />

333

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!