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Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

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LA HOJA QUE NO HABÍA CAÍDO EN SU OTOÑOESTA ERA UNA HOJA, una hoja que no había caído en el día <strong>de</strong> suotoño, como todas <strong>la</strong>s otras <strong>de</strong> <strong>la</strong> ceiba, y que, finalmente, había venidoa quedar íngrima y so<strong>la</strong> en lo alto <strong>de</strong> una rama <strong>de</strong>l gran árbol, cuando yatodas <strong>la</strong>s <strong>de</strong>más, o habían caído, o habían sido llevadas por el viento, otumbadas por <strong>la</strong> lluvia, o <strong>de</strong>sprendidas por el frío. Sólo aquel<strong>la</strong> hoja quedabaallá en lo alto, en <strong>la</strong>s <strong>de</strong>snudas ramas, y ni se <strong>de</strong>sprendía, ni se aflojaba.No se <strong>de</strong>jaba llevar por ráfagas ni soplos, ni permitía que <strong>la</strong>s lloviznas<strong>la</strong> ab<strong>la</strong>ndaran, ni se <strong>de</strong>jaba besar por vientecillos, ni tampoco queríacaerse al suelo, así nomás, por su propio peso, como cualquiera otra hojacaduca. Apenas si una que otra vez se ba<strong>la</strong>nceaba, como sin ganas –pormiedo a caerse, <strong>de</strong> seguro–; y hasta habrá que <strong>de</strong>cir que, en ocasiones, sesentía un si es no es tentada a consi<strong>de</strong>rar aquel<strong>la</strong> resistencia especial suya,y aquel<strong>la</strong> su anormal adherencia, y su fijeza y duración, como indicio <strong>de</strong>quién sabe qué supervivencia extraordinaria, que a el<strong>la</strong> le estuviera reservadaentre <strong>la</strong>s hojas... Por el momento era algo único, en verdad; hastapara creerse una hoja única en lo alto <strong>de</strong> un gran árbol <strong>de</strong>shojado, <strong>la</strong> so<strong>la</strong>y única <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> ceiba inmensa y algo ventruda, a <strong>la</strong> que por nada <strong>de</strong>este mundo abandonaba.Llegó el fin <strong>de</strong> febrero; más aún, ya marzo iba mediando, y <strong>la</strong> hojaque aún no había caído empezó a sentirse mal, a recordar el tiempo <strong>de</strong>antes... Primero, tierno brote ver<strong>de</strong> pálido entre mil<strong>la</strong>res <strong>de</strong> <strong>otros</strong> brotesver<strong>de</strong> pálido, allá a comienzos <strong>de</strong> aquel lejano año anterior... Después,fresca y viva, esbelta y joven hoja, <strong>de</strong> formas y <strong>de</strong> líneas que se le acentuabancada día, con cada sol, con cada luna, y así hasta adquirir su per-BIBLIOTECA AYACUCHO133

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