12.07.2015 Views

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

Leer-la-tienda-de-muñecos-y-otros-textos

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

fecta forma adulta <strong>de</strong> hoja <strong>de</strong> ceiba hecha y <strong>de</strong>recha. ¡De todo esto hacíatan poco! ¡Fue ayer nomás!, le parecía. Andando el año, vinieron también<strong>la</strong> madurez, <strong>la</strong> plenitud, y muy pronto vino el tiempo en que ya ibaa ser, en vez <strong>de</strong> una hoja que crecía y que maduraba, una que estaba entrance <strong>de</strong> encogerse y <strong>de</strong> tornarse amarillenta. Y no paró ahí <strong>la</strong> extrañacosa, sino que <strong>de</strong> amarillenta había pasado a ser algo grisácea; y <strong>de</strong>jandotambién <strong>de</strong> ser grisácea, pasó a tener color tabaco; y sus tejidos se alteraban,perdiendo <strong>la</strong> elástica tersura, volviéndose rugosos, y en vez <strong>de</strong> susurrartan b<strong>la</strong>ndamente, como antes, bajo el viento o bajo el agua, ahora seponía a crujir, como si fuera a resquebrajarse y a partirse.Se había encogido y arrugado, y crujía como un bizcocho más bienque como una hoja; cuarteada y <strong>de</strong>strozada por todos los males <strong>de</strong>l otoño,<strong>de</strong> aquel otoño interminable. ¡Si ya casi ni siquiera podía l<strong>la</strong>marse hoja!Y <strong>la</strong> hoja empezó a <strong>la</strong>mentar su terquedad y su ais<strong>la</strong>miento. De modoque cuando ya el viento <strong>de</strong> marzo venía a silbar con fuerza entre <strong>la</strong>s <strong>de</strong>snudasramas <strong>de</strong> <strong>la</strong> ceiba, el<strong>la</strong> crujía (o rechinaba) diciéndole al pasar:—¡Viento <strong>de</strong> marzo! ¡Llévame a mí! ¡Llévame a reunirme con <strong>la</strong>shojas que cayeron <strong>de</strong> esta rama en su época!Pero el viento <strong>de</strong> marzo no se <strong>de</strong>tenía ni <strong>la</strong> escuchaba, y pasaba yrepasaba, sin llevárse<strong>la</strong>, sin mirar<strong>la</strong> siquiera.—Yo me crispaba y me agarraba con más fuerza, para que no me llevarancon <strong>la</strong>s otras... ¡Perdóname! ¡Perdóname tanta insensatez!...¡Llévame ahora!Pero los vientos retozaban, y le pasaban por <strong>de</strong><strong>la</strong>nte, o por los <strong>la</strong>dos,o por <strong>de</strong>trás, y nunca <strong>la</strong> llevaban. Y <strong>la</strong> hoja se sentía cada día más miserable.Cansada <strong>de</strong> rogarle al viento, le dijo a una llovizna pasajera:—¡Llovizna pasajera! ¡Llévame contigo! ¡Llévame a reunirme con<strong>la</strong>s hojas, con <strong>la</strong>s hojas que <strong>la</strong>s lloviznas <strong>de</strong> antes se llevaron!Pero <strong>la</strong> llovizna pasajera siguió andando, y no hizo caso.Acertó a pasar por allí <strong>de</strong>bajo el carretero, con su carreta llena <strong>de</strong>hojarasca <strong>de</strong>l jardín, y le dijo <strong>la</strong> hoja:—¡Carretero! ¡Llévame contigo! ¡Llévame a reunirme con <strong>la</strong>s hojas!,¡con <strong>la</strong>s hojas que te llevas en <strong>la</strong> carreta!LA TIENDA DE MUÑECOS Y OTROS TEXTOS134

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!